REFORMA / Redacción
Acapulco, México (01 septiembre 2014).- A casi un año de las inundaciones en Acapulco, las instalaciones de la hidroeléctrica La Venta permanecen en el olvido.
La ruptura de cuatro de las siete compuertas de ese embalse, ubicado en el Municipio de Juan R. Escudero y administrado por la CFE, fue uno de los factores que agravó los daños en Acapulco Diamante.
Y, pese a ello, éstas aún no han sido repuestas y los motores que las hacían funcionar están entre lodo y troncos, según constató REFORMA en un recorrido.
Durante la contingencia de mediados de septiembre del año pasado, el temporal provocado por la tormenta «Manuel» llevó la presa a su límite, lo que arrasó con cuatro compuertas.
Después, el agua buscó cauce a través de los ríos Papagayo y Omitlán, que destruyeron puentes e inundaron casas.
En el recorrido, se comprobó que el camino para llegar a la hidroeléctrica se encuentra aún con deslaves y la oficina de vigilancia en la entrada del embalse permanece destrozada y entre escombros.
De acuerdo con empleados que solicitaron el anonimato, nada se ha movido en espera del dictamen de la aseguradora.
«La gente de la Conagua era la encargada de operar las compuertas y no las pudieron abrir a tiempo porque el agua cubrió todo. Nosotros seguimos esperando el dictamen. Por eso nada se mueve», explicó uno de los trabajadores.
Incluso unas 30 familias de la comunidad de Venta Vieja, aledaña a la hidroeléctrica, siguen en sus casas, a pesar de que no cuentan con drenaje, agua potable ni calles pavimentadas, en espera de una reubicación.
