Redacción La Jornada
Agentes del Departamento de Justicia de Estados Unidos, disfrazados como militares de la Marina y armados, participan en operativos antinarcóticos en México, reporta el Wall Street Journal.
Elementos del ejército, la Marina, y de la policía llevan a cabo un operativo en la ciudad de México. Foto Alfredo Domínguez
Los agentes estadunidenses participan en estas misiones armadas de la Marina unas cuatro veces al año, en las cuales visten uniformes mexicanos y portan armas militares locales, para ocultar su papel. Estos especialistas son del Servicio de Alguaciles de Estados Unidos, agencia del Departamento de Justicia, según fuentes con conocimiento citadas por el Journal.
Agentes del FBI y la DEA juegan un papel de apoyo, según estas mismas fuentes. Ambos gobiernos han reconocido la participación de agencias estadunidenses en aportar inteligencia a sus contrapartes mexicanas en operaciones antinarcóticos, pero aseguran que su papel se limita a la asistencia y no a la participación directa en estos operativos.
Las misiones secretas son aprobadas por altos funcionarios del Servicio de Alguaciles y por líderes dentro de la Marina mexicana. No queda claro quién más en el gobierno ha otorgado autorización, señala el Journal.
Un alto oficial estadunidense informó que las misiones son aprobadas por altos niveles del gobierno mexicano. Sin embargo, la embajada de México en Washington negó que el gobierno de México otorgue permiso a las agencias estadunidenses para participar en operativos armados.
El Wall Street Journal dice que es probable que las nuevas revelaciones provocarán preocupación en México, ya que la presencia de agentes estadunidenses armados en su territorio siempre ha sido un tema controversial.
Las operaciones del Servicio de Alguaciles en México se llevan a cabo por un pequeño grupo de agentes en misiones breves y específicas, con el objetivo de ayudar a México a encontrar y capturar a objetivos de alto valor de los carteles.
Una de estas operaciones brindó un gran éxito: la captura de Joaquín Guzmán Loera, El Chapo, aunque no queda claro si los alguaciles estaban disfrazados de militares mexicanos el día en que fue capturado.
En julio de este año, integrantes del Servicio de Alguaciles, junto con miembros del FBI y la DEA, se reunieron en Sinaloa para preparar un operativo contra el cártel de Beltrán Leyva.
Un grupo de especialistas alguaciles se vistieron como integrantes de la Marina mexicana y portaron armas militares mexicanas. Pero un agente de los alguaciles fue herido. Fue transportado a Culiacán, para después ser trasladado a Texas. Funcionarios estadunidenses buscaron cómo mantener en secreto el incidente, y un alto funcionario estadunidense en México instruyó a los otros agentes estadunidenses que “se olvidaran que habían estado aquí”.
El enfrentamiento de julio no ha modificado la postura de la agencia respecto a estas operaciones, según gente con conocimiento del tema. En semanas recientes, el Servicio de Alguaciles ha estado planeando otra misión encubierta en México, informaron.