Roberto Garduño y Enrique Méndez
La Jornada
Las amenazas de muerte contra Saira Rodríguez Salgado, hija de Nestora Salgado, comandanta de la policía comunitaria en Guerrero presa en un penal de alta seguridad en Nayarit, se volvieron a repetir ayer con mayor virulencia esta semana. Ante el riesgo latente contra su vida, la joven se reunió con un grupo de legisladores federales para solicitar se reactive de inmediato la negociación con el gobierno del estado de Guerrero y su madre recobre la libertad de la que fue privada hace 14 meses.
En respuesta, los diputados federales Roberto López Suárez, Alejandro de Jesús, José Luis Muñoz Soria, Teresa Mojica Morgan, Elena Tapia del PRD y Loretta Ortiz del Partido del Trabajo se comprometieron a iniciar la negociación definitiva que arroje la libertad de Nestora Salgado, y a emprender acciones que salvaguarden la integridad de Saira Rodríguez y su familia.
López Suárez, quien ha emprendido acciones de defensa de Nestora, Saira y de los dirigentes de las policías comunitarias de Guerrero, adujo que la denuncia “se ha enviado a distintas instancias del gobierno mexicano, pero también a la Comisión de Derechos Humanos de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SER) en tanto que Saira también es ciudadana americana. Estamos planteando una estrategia para acelerar la liberación de Nestora.”
Tras el encuentro con los legisladores la hija de la líder de las policías comunitarias relató a este diario las condiciones en que se encuentra tras las amenazas de muerte.
Las primeras amenazas, expuso ocurrieron el nueve de octubre, a las cuatro de la tarde, me parece, hablaron a mí casa. Preguntaron por mí y conteste: ‘Sí dime en que te puede ayudar’, me dijeron tú número me lo dio Eugenio González, el hermano del presidente municipal, para que te chingue.
“Mira yo necesito la cantidad de cinco mil dólares para salirme de aquí -no sé dónde era aquí- pero así me dijo: ‘para llenar mis carros de combustible, mira yo no te quiero perjudicar a ti, pero si no lo haces va a ver consecuencias’”.
La joven ama de casa, replicó a quien la amenazaba. “Mira yo no tengo dinero, yo no tengo trabajo, y sí el hermano del presidente te dio mi número ve con él, ello tienen dinero”.
Y del otro lado de la línea le respondieron: “analízalo bien, no es mucho dinero lo que te estoy pidiendo, de lo contrario va haber consecuencias. Jesús Coronel, el que metió los taxis ya me causo un desmadre, y él va amanecer muerto el sábado junto con otros comunitarios para que vayas viendo que no estamos jugando.”
Con un dejo de preocupación, Saira Rodríguez recuerda la respuesta temerosa que dio a quien la intimidaba: “pues les dije que en dado caso que yo les consiga el dinero, pues como se los haría llegar, ‘pues mira me dicen: nosotros te vamos a mandar a una muchacha el sábado por la mañana dicen, tú espera mi llamada. Y efectivamente marcaron el sábado, yo inmediatamente le marque al diputado Roberto López Suárez y le pregunté, ¿qué hacemos? ¿presentamos una denuncia ante los medios? ¿qué hago?”
Una vez que el legislador federal le recomendó levantar una denuncia ante el Ministerio Público, “él se encargó de inmediato que me dieran seguridad en mí casa, 24 horas al día. Incluso los policías me decían que yo estaba exagerando y el diputado Roberto me dijo que ellos no están para asegurar o evaluar ninguna situación, ellos están para resguardar simplemente.”
Aquel mismo viernes “mande a traer a la cuñada de Jesús Coronel que también es policía comunitaria, y le dije mira me llamaron y me dijeron que Jesús Coronel va amanecer muerto por si las dudas ponlo a en alerta, o sea que se cuide. Y ella me dijo, ‘no pues a mí también me llamaron y me dijeron lo mismo’, entonces es cuando nos reunimos en mí casa y hablamos con el diputado que igual le ofreció seguridad.
-¿Coincidía la llamada a usted y a la cuñada de Jesús Coronel?
-Si era el mismo. Checando el número que me había marcado y el de ella nos dimos cuenta que era el mismo número, entonces hablamos con el diputado se fue a su casa y el sábado en la mañana llamaron de nuevo para saber si ya estaba el dinero. En eso mi suegro me quita el teléfono y se los da a los de la policía estatal para que evidenciaran ellos que no era exageración de nosotros y que no era invento de nosotros que efectivamente estábamos recibiendo llamadas de amenaza.
-Ahora usted denuncia que las amenazas regresaron…-se le recordó.
-Sí. Hoy reiniciaron las llamadas, pero ahora de un número del Distrito Federal.
Sí volvieron a llamar los mismo, pero ahora dijeron que eran los Guerreros Unidos que tienen a los 43 normalistas de Ayotzinapa, que ellos están al tanto de quién entra y sale de la calle Morelos y Pavón número 14, que es mi dirección y dicen ‘tenemos fotos de cada miembro de la familia’.
-¿Son policías municipales los que resguardan su seguridad?
-Sí. Hemos tenido mucha persecución por parte del Ejército, de la Marina a tal grado que para no generar conflictos o choque de la población o que haya consecuencias para la población han dejado las armas de un lado y luchar sólo por la liberación de mi mamá que es presa política del gobierno actual.
“Yo vine aquí para pedirle al gobierno del estado a los diputados a que vuelvan a reiniciar las Mesas de Trabajo que tenían abierto con el diputado Roberto López Suárez y el diputado Carlos de Jesús para la liberación de mi mamá porque es obvio que en Guerrero el gobierno no ha dado respuesta, no ha dado avances y estas son las consecuencias que uno está viviendo por luchar por la liberación de una presa política que es presa política del gobierno de Guerrero.
-Además existía el compromiso de que fuera transferida estos días a un penal del Distrito Federal- se le dijo.
-Sí, pero ya queremos la liberación de mi mamá. Se está pidiendo que se acelere la liberación porque está estancada, desde el primero de abril se ordenó auto de formal libertad y desde ahí el gobierno de Guerrero no ha dado ninguna respuesta, si no hay términos constitucionales para que ellos respondan a un incidente y el abogado de mi mamá ha metido varios incidentes, pero el gobierno no contesta, ahí queda claro que no es jurídico sino político.
-¿Quién se comprometió a seguir el proceso? ¿el gobernador?
-El gobernador fue el que se comprometió a la liberación de mi mamá por la vía política por eso estaban las mesas de trabajo, que hasta el momento están cerradas desde lo que paso en Ayotzinapa, y es lo que le está causando a mi mamá daños irreparables porque ahorita llevó treinta días que no la puedo ver. La tienen en un tratamiento de aislamiento completamente, la tienen clasificada no como alta seguridad sino como alta peligrosidad.
“Entonces la solicitud urgente es que los diputados aceleren la liberación de mi mamá, que se abran las mesas de trabajo y se acelere su liberación porque desde abril tiene una orden de auto de formal libertad por un juez federal por los cargos que tiene a nivel federal.”.
Al consultar al diputado López Suárez en torno al procedimiento que seguirán los legisladores expuso: “Nosotros estamos recibiendo la petición de Saira, vamos a tomar otras medidas de seguridad. Nos urgen más dos temas uno es la seguridad de Saira y el segundo es sentarnos a discutir el tema a petición de Saira. El gobierno del estado es el que tiene la petición para que se acelere la liberación de Nestora Salgado”.