Fernando Inés Carmona y La Redacción
La Jornada
Nogales, Ver.- Las desapariciones forzadas que se registran en la zona centro del estado provocaron el bloqueo de la autopista México-Veracruz tramo Nogales, para presionar a la delegación de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) informe sobre el paradero de presuntos levantados por elementos del Mando Único; la movilización tuvo su punto sobresaliente cuando policías estatales agredieron con toletes a los manifestantes e incluso a reporteros.
El movimiento inició muy de mañana. Los familiares de los desaparecidos se apostaron en ambos carriles de la autopista México-Veracruz, tramo Balastrera, precisamente en donde está la delegación de la Secretaría de Seguridad Pública. Ahí cerca de 300 personas exigieron a la dependencia resuelver los casos de personas desaparecidas en la zona de Orizaba.
Con lonas y cartulinas, los manifestantes reclamaron a la autoridad policiaca lo que ellos llamaron “pasividad” frente a las desapariciones. “No investigan, no hacen nada” dijo una de las mujeres que con una lona mostraba la fotografía de su hija, desaparecida desde hace seis meses.
Otra reclamó: “Que me enseñen que está con bien. A mi cuñado hace dos meses que desapareció, se lo llevaron, no sabemos de él, primero nos dijeron que estaba detenido, pero después que no, lo que queremos es que nos digan en dónde lo tienen”.
Como medida de presión, la manifestación bloqueó la autopista en ambos carriles, sin embargo cerca de una hora después, abrieron el tráfico por espacio de unos minutos y la volvían a cerrar, sin tener respuesta satisfactoria.
Especialmente mujeres portaban playeras blancas con las fotografías de sus familiares desaparecidos. Ellas fueron las que encabezaron la marcha e hicieron frente a los reclamos de los automovilistas que circulaban en ambos sentidos.
Sin embargo, pasado el mediodía, el problema se agravó cuando el conductor de un vehículo que intentaba entrar a la delegación de la dependencia “aventó” la unidad en contra de los manifestantes. De inmediato hubo reacción e incluso elementos de la policía estatal salieron del edificio para golpear a los manifestantes y contra del corresponsal de una televisora estatal.
Los golpes fueron al por mayor, tolete en mano, agredieron a las mujeres, hombres y niños que participaban en el bloqueo, según se constató.
Cerca de las trece horas, el subprocurador de Justicia de la zona Córdoba-Orizaba, Alejandro Dávila, arribó al lugar para entablar un diálogo con los manifestantes y a la vez pedirles que presenten las denuncias correspondientes para que se proceda conforme a derecho.
Las respuestas a los familiares de los desaparecidos fueron insuficientes, según dijeron, “queremos que nos digan en dónde están, qué les hicieron, qué pasó con ellos. Que nos los muestren. No sabemos en dónde están, eso es lo que queremos saber”.
SSP: ante manifestantes no se tolerará uso excesivo de la fuerza
En relación al bloqueo carretero registrado en la autopista Veracruz-Puebla, en el que se acusa a la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) de afectaciones a la ciudadanía, la dependencia deja en claro su postura señalando que investigará a fondo las hasta ahora supuestas agresiones que manifestantes dicen haber sufrido y de las que acusan públicamente a los elementos del orden.
En caso de comprobarse, la SSP no tolerará, como no tolera, ningún exceso en el uso de la fuerza por parte de ningún elemento de la corporación en contra de la población civil que haga uso legítimo de su derecho de manifestación y expresión.
Sin embargo, también hace del conocimiento público en general que participantes en el bloqueo han acusado a otros ahí presentes, desconocidos para ellos, de haber llegado a violentar la protesta con acciones de fuerza, por lo que se presume que puede haber manos extrañas que operan fuera de la ley interesadas en confrontar a ciudadanos y autoridades y en demeritar a las fuerzas del orden público.
Ante esto, la Secretaría reitera su compromiso de salvaguardar la integridad de todo ciudadano, de respetar su derecho a manifestarse y, en este caso en particular, de hacer uso irrestricto del diálogo y del acuerdo para encontrar soluciones a las demandas de habitantes que se dicen afectados por probables acciones de la dependencia.