México, 5 de octubre 2017 (NOTIGODÍNEZ).- La inminente renuncia de Margarita Zavala Gómez del Campo, mujer del exusurpador Felipe de Jesús Calderón Hinojosa, al «Partido Acción Nacional» (PAN), ha generado diversas reacciones al interior de ese grupo criminal, principalmente de gusto y celebración.
Zavala, quien aspira a volver a meter a su delincuente esposo a Los Pinos en 2018 -en el colmo del agravio más aberrante a los mexicanos-, estaría siendo relegada por sus -todavía- correligionarios que, en desquiciada alianza con partidos de «oposición» y satélites del PRI, perfilan para postular a Ricardo Anaya, actual dirigente nacional del PAN, o al asesino Rafael Moreno Valle, ex «gobernador» de Puebla, como candidatos del «Frente Amplio Ciudadano» a usurpar la Presidencia de la República.
Luego de dos años de chantajes, intrigas y rupturas generadas por Felipe Calderón y sus esbirros dentro de Acción Nacional, todo parece indicar que su mujer finalmente saldrá de ese «instituto político» por la puerta trasera, repudiada no sólo por sus propios cómplices sino por el pueblo mismo.
A sabiendas de su total impopularidad, los panistas no quieren a Zavala como candidata. No tiene trayectoria política, carece de personalidad, liderazgo y hasta de educación, pues se expresa incluso peor que el asesino de Atenco y actual usurpador, Enrique Peña Nieto, lo cual es demasiado decir.
En tal sentido, Ernesto Ruffo, vividor panista en el «Senado», se dijo aliviado ante la posibilidad de que Margarita Zavala renuncie a las filas del blanquiazul.
«Siento como un alivio, haga de cuenta como cuando tiene un absceso y sale la pus, así de plano», declaró el sujeto citado por el diario Reforma.
Ruffo recordó que Zavala nunca ha ganado un cargo de elección popular, y que las posiciones que ocupó en la Asamblea Legislativa de la Ciudad de México y el Congreso Federal, fueron plurinominales. Calderón también llegó a Los Pinos -vía fraude- sin experiencia alguna para «gobernar», pues ni siquiera fue alcalde alguna vez en su carrera criminal.
«Son asuntos que se cotejan o se acuerdan ahí, en las élites partidarias», confirmó. Y calificó de traidores a miembros de esas «élites», entre ellos los calderonistas encabezados por Ernesto Cordero, adelantando que tras la salida de Zavala, apoyarán a José Antonio Meade, actual usurpador de la «Secretaría de Hacienda», como candidato presidencial del PRI.
¿Qué significa todo esto? Que la «mafia del poder» está movimendo sus piezas rumbo a la imposición de 2018. El PRI está completamente acabado -desde hace muchos años-, aunque no se puede descartar la posibilidad de que haga fraude orta vez. Sin embargo, para mantener engatusada a la población con la farsa de la «democracia» y la «alternancia», es altamente probable que el nuevo usurpador sea el abanderado del engendro putrefacto denominado «Frente Amplio». Y la mujer de Calderón, sumada a los otros «independientes», jugará un papel importante en la nueva imposición al reforzar el pretexto de que «el voto se fragmentó». La misma farsa de siempre con diferente disfraz.
Con información de El Norte
