Afp, Ap, Dpa, Reuters, Xinhua y PL
La Jornada
La Habana. Los presidentes Barack Obama y Raúl Castro ratificaron ayer el inicio de una nueva relación entre Estados Unidos y Cuba, al cabo de una histórica reunión en la que también coincidieron en que persisten sus desacuerdos.
Obama celebró un «nuevo día» en sus vínculos, tras más de medio siglo de hostilidades. E incluso fue aún más lejos al afirmar que el asunto de los derechos humanos ya no será un obstáculo en ese diálogo.
«El objetivo del diálogo sobre derechos humanos no es que Estados Unidos le dicte a Cuba cómo debe gobernarse, sino asegurarnos de que tenemos una conversación franca, honesta sobre este tema, y de que podamos aprender los unos de los otros», señaló Obama en la rueda de prensa posterior, que fue transmitida en directo por la televisión cubana.
Ahí, Castro destacó que «debemos aprender el arte de convivir de forma civilizada con nuestras diferencias», y exigió una vez más el cese del bloqueo, así como la devolución de Guantánamo.
«Nos oponemos a la manipulación política y al doble rasero sobre los derechos humanos. Cuba tiene mucho que decir y mostrar al mundo», advirtió Castro, quien habitualmente no ofrece conferencias de prensa.
Obama, quien ayer por la tarde sostuvo un encuentro con empresarios, aseveró: «el embargo se va a terminar; cuándo, no puedo estar del todo seguro, pero creo que este camino por el que vamos continuará más allá de mi administración«.
[Literalmente, como la «Negrita de mis Pesares»: a todos dice que sí, pero no les dice cuándo. Mientras tanto, las criminales trasnacionales ya están invadiendo la isla para convertirla en el tugurio que era para los gringos –o peor– con el dictador batista. Algo así como lo que hoy es México…]
Los acuerdos
Castro destacó los acuerdos suscritos entre ambas naciones desde que comenzó el deshielo en diciembre de 2014, y anunció otros que firmarán sobre cooperación en materia agrícola, así como la colaboración contra enfermedades como el zika y el cáncer.
Obama, además, resaltó el progreso en los acuerdos de colaboración suscritos hasta el momento, lo que a su juicio refleja la disposición de ambos países por continuar fomentando estos nexos.
Además, celebró la decisión de Cuba de eliminar el gravamen de 10 por ciento al dólar estadunidense, anunciada el pasado jueves por el canciller cubano Bruno Rodríguez.
Al mismo tiempo, consideró que este tipo de demostraciones pueden generar más oportunidades para desarrollar el comercio y la creación de empresas conjuntas.
De igual forma se refirió a la ampliación de los intercambios educativos, en materia de telecomunicaciones, los negocios en línea, la protección de los océanos, el cambio climático, el desarrollo biotecnológico, la transferencia de tecnología en el campo de la salud, la energía renovable y la lucha contra el narcotráfico, entre otros.