Compra de votos, campaña negra y robo de urnas marcan «elección» del PRD; en Puebla Moreno Valle intervino

Mónica Camacho
La Jornada

La elección interna del PRD para la renovación de los órganos partidistas se llevó a cabo en Puebla en medio de denuncias de compra y coacción del voto, robo de paquetería electoral, acarreo y una campaña negra contra la diputada federal del sol azteca y una de las candidatas al Consejo Nacional, Roxana Luna Porquillo, quien señaló al gobierno estatal panista como artífice de esas irregularidades.

La dirigencia estatal del instituto político, a cargo de Eric Cotoñeto Carmona, dio a conocer que también recibió reportes de compra de conciencias y confirmó la guerra de lodo contra la legisladora, pero no identificó responsables, arguyendo que carecía de elementos para hacerlo.

Otro elemento más marcó la jornada electiva y se trató de los problemas que enfrentaron miles de perredistas a la hora de acudir a urnas para emitir el voto, debido a que sus nombres no aparecieron en el padrón de militantes que manejaron funcionarios del Instituto Nacional Electoral (INE) como responsable de la organización del proceso.

Mientras Alternativa Democrática Nacional (ADN), corriente que encabeza Luna a nivel estatal, acusó que se “rasuró” el padrón como parte de una estrategia que buscó inhibir el sufragio en su principal bastión: el distrito de San Pedro Cholula; Cotoñeto aseveró que la deficiencia fue nacional debido a que el listado de afiliados se organizó por sección y no en orden alfabético, complicando la localización de los miembros.

Avanzada morenovallista

ADN e Izquierda Democrática Nacional (IDN) alertaron sobre la injerencia del gobierno del estado en la contienda interna por la renovación del Congreso y el Consejo Nacional, así como del Consejo Estatal, desde la campaña de afiliación perredista de este año.

En pocos meses el padrón de militantes en Puebla pasó de 37 mil personas a 96 mil, principalmente en los municipios donde el titular del Poder Ejecutivo local, Rafael Moreno Valle Rosas, tiene mayor influencia, como Puebla capital, Huauchinango y San Martín Texmelucan.

En la víspera de la elección La Jornada de Oriente reportó, además, la participación de servidores públicos y vehículos oficiales del estado en una operación electoral que comprendió el reparto de paquetes de útiles escolares a favor de la planilla de Nueva Izquierda (NI), identificada con los intereses del gobierno morenovallista por incluir en los primeros lugares a integrantes del gabinete.

La primera posición del listado que registró NI es encabezada por Luis Maldonado Venegas, quien funge como secretario General de Gobierno, mientras en el tercer lugar se encuentra Jorge Benito Cruz Bermúdez, secretario de Educación Pública.

Mil pesos por voto

ADN dio un balance de la jornada electoral durante una conferencia de medios en la que los líderes locales de esa expresión acusaron que operadores de NI ofrecieron hasta mil 200 pesos a militantes de San Pedro Cholula, Cuautlancingo y Coronango para votar a favor de la planilla morenovallista.

Afirmaron que la compra de conciencias también comprendió ofrecimientos de despensas por parte de NI y el Frente de Izquierda Progresista (FIP), este último representado en Puebla por el dirigente Eric Cotoñeto y a nivel nacional por el senador Luis Miguel Barbosa Huerta.

Roxana Luna, quien encabeza la planilla de ADN en Puebla para la integración del Consejo Nacional, explicó que la campaña en su contra se realizó a través de volantes que se distribuyeron de manera masiva en las inmediaciones de los centros de votación.

En los libelos se responsabiliza a la diputada de los hechos de violencia que se registraron en San Bernardino Chalchihuapan el 9 de julio pasado, durante un operativo de la Policía Estatal que dejó un niño muerto y que ahora es investigado por la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH).

La representante popular, quien ha sido una de las principales opositoras a la administración estatal desde la Cámara de Diputados, atribuyó la campaña de desprestigio en su contra a “operadores del gobernador”, y ofreció dos argumentos para sustentar su postura.

En primer lugar expuso que la campaña de lodo de ayer solo retomó las acusaciones que la administración estatal realizó en su contra de manera anónima a través de las redes sociales, las cuales formaron parte de una estrategia mediática que se echó a andar desde julio pasado en un intento de deslindarse de responsabilidad en la represión de Chalchihuapan.

El segundo razonamiento que ofreció se centró en la cobertura que tuvo la propaganda, la cual se distribuyó en zonas tan distantes entre sí como los distritos de San Pedro Cholula, Tehuacán, Teziutlán y los cuatro con cabecera en la capital poblana.

“Esto cuesta dinero y el único que maneja toda esa estructura es el propio gobierno. La campaña forma parte de la confusión que están generando, pero bueno, cada vez me vuelven más famosa”, expresó.

Acarreo y coacción

Alejandra Luna, representante estatal de ADN en la elección, informó que la movilización de votantes se identificó en la zona norte de la capital poblana, en la junta auxiliar de San Aparicio, así como en el distrito de San Pedro Cholula, donde cientos de electores fueron transportados en autobuses y vehículos particulares.

En San Aparicio reportó, además, la presencia de ciudadanos que portaban uniformes de la Policía Estatal, quienes realizaron rondines acompañados de personas vestidas de civil “para presionar al votante”.

Asimismo, denunció una campaña para inhibir el voto en San Pedro Cholula y Tepeaca, donde se impidió a perredistas el derecho a sufragar alegando que no se encontraban inscritos en el padrón de militantes.

Vladimir Luna, líder de ADN, indicó por su parte que en el distrito de Izúcar de Matamoros los funcionarios de casilla sólo permitieron votar a las personas que portaban consigo una identificación de maestro del Colegio de Bachilleres.

Por último, la corriente que encabeza Roxana Luna precisó que el robo de paquetería electoral aconteció en la zona norte del estado y correspondía a las casillas 2109, del municipio de Tepeyahualco, y 2288, de Tlatlauquitepec, incidente que confirmó posteriormente la dirigencia estatal en una rueda de prensa alterna.

INE, el culpable: Cotoñeto

Eric Cotoñeto dio la postura oficial del partido en una conferencia de medios en la que reconoció que hubo una movilización masiva de votantes, pero rechazó que se tratara de acarreo.

Explicó que el INE ubicó la mayoría de las casillas en zonas alejadas, por lo que los afiliados se vieron obligados a realizar su traslado en camiones y vehículos que compartieron para ahorrar gastos.

Cotoñeto también endilgó al INE los problemas que enfrentaron los militantes para sufragar, pues aseguró que los funcionarios de casillas no realizaron una búsqueda correcta de los perredistas en el padrón, la mayoría de los cuales fueron enviados incorrectamente a otras casillas.

Aseveró que los traslados erróneos se registraron en todo el país, complicando el voto a entre 80 y 90 por ciento de los afiliados.

Sobre la compra de votos, reconoció que llegaron al partido reportes de los distritos de Zacatlán y Zacapoaxtla, localizados en la región norte del estado, pero arguyó que la lejanía de esos lugares le impidió corroborar los mismos.

Fuente

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