Confirman que el PVEM ha estado beneficiando a la empresa familiar de su coordinador de campaña

México, 17 de marzo 2015 (NOTIGODÍNEZ).- Pese a que el coordinador de campaña del «Partido Verde Ecologista de México» (PVEM) negó reiteradamente que su partido hiciera tratos con la empresa de su hermano, Grupo Rabokse, para la gestión millonaria de los «cineminutos», el Instituto Nacional Electoral (INE) confirmó que la citada empresa propiedad de Adrián Escobar y Vega sí fungió como intermediaria para la contratación de publicidad del PVEM en miles de cines, violando doblemente la ley electoral.

De acuerdo con el diario Reforma, el negociazo se comprobó por el contrato signado entre Rabokse y Comercializadora Publicitaria TIK, que representa a Cinépolis, para transmitir los repudiados «cineminutos» del PVEM; dicho documento se incluyó en el expediente de la denuncia contra el partido, que dio origen a la «multa» por 67 millones de pesos.

El contrato especifica que la empresa Rabokse –palabra que al revés se lee como «Eskobar»– pagaría 35 MILLONES 988 MIL PESOS a la representante de Cinépolis para exhibir los «cineminutos» del PVEM durante 25 semanas, desde el 1 de diciembre de 2014 y hasta el 28 de mayo de 2015, en franca violación a ley sobre los tiempos de campaña. Los anuncios serían transmitidos en los 103 complejos de Cinépolis ubicados en todo el país.

«En el escrito anexo al contrato se indicó que Rabokse y el partido político mencionado se hacían responsables de que los contenidos de la propaganda estuvieran apegados a la legalidad y no infringieran lo ordenado en las medidas cautelares cuyo cumplimiento se analiza», señala el resolutivo del INE citado por Reforma. «Esa circunstancia evidencia la participación del partido político en la contratación, con independencia de que Rabokse fuera intermediaria».

Por supuesto, debió existir además un contrato entre el PVEM y la empresa familiar de su coordinador de campaña, Arturo Escobar, que se especifique cuánto debió pagar el PVEM (con dinero de todos los mexicanos) a Grupo Rabokse por la gestión con Cinépolis. Si dicho contrato no aparece, implicará que los casi 36 mil millones de pesos pagados a Cinépolis fueron erogados directamente por la empresa, considerándose como una triangulación ilegal de recursos de un particular en favor del partido.

La inútil y simuladora Unidad de Fiscalización del INE informó que ya investiga (¿como investigó el caso Monex, o sea no hace NADA?) para «determinar la legalidad de esos y otros señalamientos, sobre el dinero con el que el PVEM ha hecho su campaña mediática».

Tras revelarse la participación de Grupo Rabokse en la gestión publicitaria del PVEM, Arturo Escobar y Vega negó el «conflicto de interés» –así le llaman a sus negocios sucios con recursos públicos– en que estaría incurriendo como vocero del partido beneficiando a la empresa de su hermano, rechazando que el PVEM hubiera suscrito algún contrato con Rabokse.

“Porque mi hermano es el dueño pedimos de favor a Cinépolis que nos pusiera un tercero, que fuera la empresa que le contratáramos, a efecto de no generar este conflicto de intereses […] Hoy les puedo garantizar que cuando el órgano fiscalizador culmine su investigación, no habrá ni un solo contrato, ni un solo pago, por parte del Partido Verde a esta empresa”, aseguró el pasado 9 de marzo, en entrevista para un medio chayotero (Radio Fórmula). Y ya le salió el tiro por la culata, porque el INE demostró que SÍ HUBO CONTRATO entre su empresa y Cinépolis para beneficio del PVEM.

El Comité Ejecutivo Nacional del Verde confirmó las declaraciones de Escobar a través de un comunicado difundido en la misma fecha.

«El Partido Verde intentó contratar directamente con Cinépolis. Dicha situación no fue posible, precisamente porque Grupo Rabokse tiene concedida la exclusividad de la comercialización de espacios de cine para diferentes cuentas de Gobierno y partidos políticos.

«Para evitar una contratación directa entre Grupo Rabokse y el Partido Verde que pudiera malinterpretarse, como lo han hecho algunos partidos, se buscó a un tercero, que es Mercadotecnia Digital y Tecnologías de la Información, que logró obtener como excepción la comercialización de los espacios de cine para el Partido Verde», mintió. Además no dio ninguna explicación sobre el contrato de Rabokse con la intermediaria de Cinépolis.

La confirmación del INE sobre la existencia de dicho contrato demuestra que Arturo Escobar y el Consejo Nacional del «Partido Verde» MIENTEN DESCARADAMENTE. Simplemente violan la ley cada que se les da la gana y luego salen a declarar cínicamente que «no hay problema».

Curiosamente, la empresa de los hermanos Escobar es «multiusos», según detalla Reforma. Además de diseñar, producir y comercializar productos de comunicación, Rabokse puede vender cualquier producto, como salchichonería y golosinas, y cualquier materia prima en general o representar a empresas extranjeras en México. Incluso escribe «notas periodísticas» y ha participado en licitaciones públicas, pasando por la prestación de servicios de limpieza y hasta seguridad.

No cabe duda que el «Partido Verde» con sus ramificaciones ha resultado la «mejor inversión» de Jorge González Torres y una MINOTA DE ORO para su prole, dirigentes y cómplices del saqueo al dinero de todos los mexicanos.

Con información de Reforma

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