México, 19 de junio 2018 (NOTIGODÍNEZ).- Mientras Ricardo Anaya Cortés, candidato presidencial de la alianza «Por México al frente», dice que es un «disparate» la propuesta de construir más refinerías en nuestro país para la producción de gasolinas a bajo costo, trasnacionales petroleras siguen invirtiendo recursos en la construcción de esa infraestructura destinada a abastecer de combustible… a México.
Cabe recordar que Andrés Manuel López Obrador, candidato de la coalición «Juntos haremos historia», ha prometido que, de ganar la elección presidencial, arrancará la construcción de cinco refinerías para generar fuentes de trabajo, dejar de comprar la gasolina en el extranjero y bajar el precio de los combustibles.
“Nosotros vamos a construir 5 refinerías, no vamos a vender petróleo crudo al extranjero, todo se procesará en el país porque necesitamos crear empleos”, clamó en Tula, Hidalgo, el 14 de febrero de 2016, entidad donde se ubicaría una de las refinerías prometidas por el tabasqueño.
De acuerdo con el portal Sinembargo, compañías petroleras con sede en el vecino país del norte construyen dos refinerías más en el estado sureño de Texas -territorio despojado, por cierto, de manera arbitraria a nuestro país-, destinadas expresamente a producir gasolinas para su venta en el mercado mexicano.
Se trata de las compañías texanas Raven Petroleum y MMEX Resources Corp., que en noviembre de 2016 y marzo de 2017 respectivamente, anunciaron la construcción de sendas refinerías al sur del estado para exportar gasolinas, diésel y otros productos a México. La de Raven, ubicada en Laredo, calcula refinar una capacidad de 55 mil barriles diarios de crudo, mientras que la de Resources, que comenzó a construirse este año para estar lista en 2019, producirá 50 mil barriles diarios.
En un boletín difundido recientemente en Internet, se indica que ambas empresas tienen proyectado obtener ganancias por 50 MIL MILLONES DE DÓLARES ANUALES a partir del tercero al quinto año de operación de sus nuevas refinerías.
Por su parte, detalla Sinembargo, las seis refinerías mexicanas que datan de la década de los 70 no han tenido mantenimiento y operan a la mitad de su capacidad. Por ello nuestro país importa más de la mitad de las gasolinas que consume de Estados Unidos perdiendo divisas y aumentando su costo.
Peor aún, el régimen usurpador del priista Enrique Peña Nieto ha comenzado literalmente a subastar «capacidad» en la infraestructura de Petróleos Mexicanos (Pemex) para el almacenamiento y transporte de hidrocarburos, como parte de la contrarreforma energética que «legalizó» el ingreso de trasnacionales para la extracción y explotación de nuestro petróleo, además de la privatización de facto de la infraestructura energética. Todo ello en lugar de invertir más recursos para el mejoramiento y expansión de dicha infraestructura nacional.
En paralelo y también a consecuencia de la contrarreforma, más de 30 marcas ajenas a Pemex han comenzado a instalar gasolineras en el país con los mismos precios determinados por la petrolera mexicana, e incluso más altos, debido a que expenden también la misma gasolina importada de Estados Unidos.
Opinión:
¡Claro que para Anaya, Peña, Calderón y demás apátridas neoliberales, desarrollar la infraestructura energética nacional es un disparate! Semejante planteamento se opone diametralmente a los objetivos de la contrarreforma energética que aprobaron, encaminada justamente a liquidar todas las conquistas del cardenismo, desmantelar a Petróleos Mexicanos y entregarlo todo a particulares nacionales y extranjeros. Muy pronto esas empresas comenzarán a construir refinerías en nuestro propio territorio para producir combustibles con el petróleo que ya están sacando de aquí mismo, y seguir vendiendo la gasolina cada vez más cara a los imbéciles mexicanos que permitieron el atraco. ¡Negocio redondo!
Con información de Sinembargo