¡CUMPLIDO! Con Peña Nieto y su «virrey» Castillo, se han disparado las cifras de violencia en Michoacán

  • En 11 meses: 882 asesinatos y 419 violaciones
  • La tasa de homicidios en el estado supera la media nacional
  • Desempleo e inseguridad son las mayores preocupaciones ciudadanas

Fabiola Martínez
La Jornada

Un caso especial en cuanto a inseguridad y violencia es Michoacán. Esta entidad cerró 2014 con un índice delictivo general superior al de los cuatro años anteriores y tiende hacia el nivel más crítico del sexenio pasado.

En 2005 reportó 26 mil denuncias por delitos y un año después 31 mil 480. A partir de entonces no ha bajado de 30 mil y, en cambio, alcanzó una situación sin precedente en 2009, con 41 mil delitos denunciados ante la Procuraduría General de Justicia Estatal.

Para noviembre de 2014 ya acumulaba 34 mil 911, según el más reciente corte estadístico compilado por la Secretaría de Gobernación.

El grueso de los delitos los concentra un puñado de municipios, encabezados por Apatzingán, Morelia, Uruapan y Lázaro Cárdenas.

En el caso de homicidio doloso, la tasa de éste (casos por cada 100 mil habitantes) ha permanecido desde 2006 por arriba de la media nacional, salvo el caso de 2012 cuando estaban a la par.

Un ayuntamiento crítico es Apatzingán; en 2013, cuando su tasa de asesinatos llegó a 57.42, unas tres veces más que la estatal y casi cuatro veces más que la nacional. De enero a noviembre de 2014 en este municipio ya se habían interpuesto mil 448 denuncias de todo tipo; casi todos los asesinatos son con dolosos, con arma de fuego, aunque hay un rango importante de delitos patrimoniales (despojo, fraude y extorsión).

Los datos oficiales muestran también incrementos en Ario, Buenavista, Chilchota, Coalcomán, Cuitzeo, Hidalgo, La Huacana, Huetamo, Jiquilpan, Maravatío, Pátzcuaro, La Piedad, Purúandiro, Los Reyes, Sahuayo, Tarímbaro y Zamora.

Michoacán fue la primera entidad, durante el sexenio de Felipe Calderón, a la que llegaron miles de elementos de las fuerzas armadas y policías para ocupar el mando ante la creciente violencia.

Los conflictos siguen en temas vinculados con el trasiego de armas y drogas; también surgieron grupos denominados «autodefensas» de civiles armados y, el año pasado, el gobierno del presidente Enrique Peña Nieto envió a un «comisionado» federal para hacer frente a la crisis.

Pese a los operativos y detenciones de presuntos delincuentes, así como de funcionarios públicos y presidentes municipales –supuestamente vinculados con el crimen– los números generales siguen al alza.

Un análisis de Gobernación detalla los movimientos durante enero-noviembre en 2013 y 2014. Hay un crecimiento de 14.65 en cuanto a la incidencia delictiva del fuero común, así como de 9.57 en cuanto a homicidio doloso, al pasar de 805 a 882.

Se reporta una baja importante (42.70 por ciento) en cuanto a secuestros, al pasar de 178 en los primeros once meses de 2013 a 102 en el mismo lapso de 2014. No así en violaciones sexuales, delito que subió 6 por ciento.

De enero a noviembre del año pasado, se habían reportado ya 882 homicidios dolosos, 102 secuestros, 419 violaciones, y 15 mil 720 casos de robo común con y sin violencia.

Durante ese periodo los asesinatos registraron «un comportamiento irregular», donde su punto más «álgido», así lo califica la dependencia, ocurrió en marzo, con 100 casos, y el más bajo en noviembre con 59 homicidios.

En cuanto al secuestro, agrega, hay una tendencia fluctuante, con el punto más alto en marzo, con 20 delitos y a partir de julio osciló entre uno y tres casos hasta terminar el periodo referido.

Las mayores preocupaciones de los michoacanos son el desempleo y la inseguridad.

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