México, 31 de octubre 2015 (NOTIGODÍNEZ).- El Sindicato de Trabajadores Unidos de la Alimentación y el Comercio (UFCW, por sus siglas en inglés), denunció el pasado jueves 29 de octubre que decenas de miles trabajadores agrícolas en Canadá, entre ellos mexicanos, son explotados por su condición de migrantes temporales. Los abusos de sus empleadores ocurren al amparo de las propias leyes canadienses.
De acuerdo con la agencia Proceso, el sindicato internacional denunció que “los ambientes de trabajo niegan las protecciones laborales, los derechos y la capacidad de organizarse de manera efectiva y de negociar colectivamente”, precisando que “estas limitaciones han creado una relación muy desigual entre la industria agrícola y los trabajadores agrícolas migrantes”.
Refiere Proceso que en Canadá subsiste el concepto de «granja familiar» que data del siglo XIX, lo que sirve de argumento en la legislación canadiense para negar derechos laborales, de salud y de seguridad a los trabajadores agrícolas, con el fin de «proteger las pequeñas explotaciones familiares» según la ley.
Por ello, los trabajadores canadienses “no están dispuestos a hacer el trabajo agrícola por los salarios ofrecidos”, situación que aprovechan los empresarios agrícolas canadienses para “importar” una cada vez mayor mano de obra barata del extranjero. En tal sentido, México es una «fuente inagotable» de esta mano de obra particularmente gracias al «Programa de Trabajadores Agrícolas de Temporada» (SAWP, por sus siglas en inglés), creado en 1966 y firmado por México y Canadá en 1973, a través del cual el gobierno mexicano recluta y envía jornaleros a las regiones del país que carecen de una mano de obra escasa, por periodos de ocho meses reconducibles al otro año.
De acuerdo con cifras del sindicato, actualmente más de 45 mil migrantes de distintos orígenes laboran en el campo canadiense de manera temporal, tres veces más que hace una década.
El UFCW indicó además que los programas de empleo temporal asignan a cada migrante a un empleador específico, lo que lo convierte en “una fuerza de trabajo cautiva legalmente construida, pues el miedo a perder el trabajo desincentiva la denuncia de los abusos laborales o las lesiones que suele provocar la actividad en el campo».
“Los trabajadores agrícolas migrantes deben tener la opción de solicitar la residencia permanente bajo programas provinciales nominados y sus permisos de trabajo deberían estar abiertos, permitiendo el empleo a través de un sector en una región”, consideró el sindicato.
Uno de los abusos contra los migrantes que trabajan en el campo canadiense, consiste en no otorgarles el seguro de empleo al que en teoría tienen derecho y que se deduce de sus salarios, para cubrir los periodos de interrupción de trabajo.
Según el UFCW, en la práctica, cuando concluye la temporada de cosecha, los empleadores dan la patada a los jornaleros para devolverlos a sus países de origen, sin esperar a que se agote el periodo de residencia temporal especificado en el programa. De esa manera, los trabajadores no ven un solo centavo del dinero que les descontaron para el seguro de empleo.
Con información de Proceso
