México, 16 de noviembre 2017 (NOTIGODÍNEZ).- El desmantelamiento de Petróleos Mexicanos (Pemex), la empresa nacional más importante de nuestra historia, no se limita al robo de hidrocarburos y el saqueo de sus finanzas. En el colmo del atraco, sus instalaciones y plataformas también son desvalijadas por redes criminales que operan, por lo menos, desde el espuriato del genocida Felipe de Jesús Calderón Hinojosa.
Una investigación de la periodista Ana Lilia Pérez en el portal Newsweek en Español, reveló el robo de tres helipuertos, sí, TRES HELIPUERTOS FUERON LITERALMENTE ROBADOS, de sendas plataformas en el Golfo de México, durante la noche del pasado 31 de octubre y madrugada del 1 de noviembre.
Se trata de un atraco que sigue el mismo patrón registrado por lo menos desde 2008: desvalijamiento de diversas instalaciones petroleras propiedad de la nación, en varios casos a plena luz del día y siempre en zonas marítimas fuertemente resguardadas por la Armada de México, con monitoreo permanente del Centro de Investigación y Seguridad Nacional (Cisen).
En primera instancia, un robo de esta magnitud sólo podría achacarse a un fenómeno paranormal, con grandes naves espaciales desmontando las estructuras y haciéndolas flotar por los aires hasta hacerlas desaparecer en el hiperespacio. Sin embargo, la explicación a cualquier problema complejo tiende a ser la más sencilla: no fueron naves espaciales provenientes de otra galaxia. Fueron LADRONAZOS originarios de este triste planeta y de este paraíso de corrupción, saqueo e impunidad llamado México.
Todo indica que la red criminal responsable de estos atracos incluye al personal técnico de Pemex, «funcionarios» de todos los niveles -llegando hasta las cúpulas del régimen usurpador- y la complicidad de militares y exmilitares adscritos a la Subdirección de Salvaguardia Estratégica de hoy «empresa productiva del Estado». Sobra decir que también se requiere la complicidad de La Marina y el CISEN para que estos robos descomunales puedan llevarse a cabo.
El último robo investigado por Ana Lilia Pérez, periodista especializada en temas de corrupción y narcotráfico vinculados al sector energético, se perpetró en cada una de las tres plataformas del complejo Tsimin. De ellas, detalla Pérez, «alguien» desmontó las pistas de anaviaje, mejor conocidas como helipuertos, además de otros equipos y piezas menores.
La maniobra para desvalijar las pesadas unidades, de 20 toneladas de peso en promedio, se habría extendido por horas y sin la intervención de las «autoridades» -¿qué es eso? Los delincuentes habrían dispuesto de grúas marítimas y embarcaciones de gran tamaño para trasladar las piezas, además de conocimientos técnicos especializados en tales maniobras.
El complejo petrolero de Tsimin opera en 11 mil kilómetros cuadrados en aguas someras del Golfo de México. Los yacimientos ahí descubiertos en 2009 son ricos gas condensado y otros hidrocarburos. El régimen usurpador del asesino de Atenco, Enrique Peña Nieto, calificó este sitio como el «más rentable del sexenio» después de Cantarell.
Las tres plataformas Tsimin-A, Tsimin-B y Tsimin-C fueron adquiridas en 2012 y costaron al país 500 MILLONES DE PESOS cada una. El complejo se ubica a 62 kilómetros de la Terminal Marítima de Dos Bocas, Paraíso, Tabasco.
Se presume que tanto los helipuertos como otros equipos robados a Pemex a lo largo de casi una década, son posteriormente rentados o rematados a la iniciativa privada trasnacional que saquea nuestros hidrocarburos.
«Las instalaciones que están desvalijándose, según registra la investigación, administrativamente corresponden a la subsidiaria Pemex Exploración y Producción, a cargo de Juan Javier Hinojosa Puebla, el mismo funcionario bajo cuya administración se han cometido otros saqueos en la misma zona marítima. Es también el directivo que desde hace año y medio permite operaciones fuera de contrato de la plataforma Strategic Excellence, el caso que Newsweek en Español reveló en exclusiva en septiembre pasado», se lee en el reportaje aquí citado.
Con información de Newsweek