México, 28 de julio 2018 (NOTIGODÍNEZ).- El expriista Manuel Bartlett Díaz, actualmente «senador» por el Partido del Trabajo (PT), fue postulado por el presidente electo de la República, Andrés Manuel López Obrador, como director de Comisión Federal de Electricidad (CFE) en el próximo gobierno legítimo.
Manuel Bartlett es recordado por su participación en el fraude electoral de 1988 para imponer a Carlos Salinas de Gortari en la presidencia. Bartlett fungía entonces como «secretario de gobernación» del régimen de Luis de la Madrid Hurtado, y presidía, ni más ni menos, la entonces Comisión Federal Electoral.
La noche del 6 de julio de 1988, Bartlett anunció ante medios de comunicación la «caída del sistema» de cómputo de los votos, justo cuando dicho sistema reportaba la ventaja de Cuauhtémoc Cárdenas Solorzano, candidato opositor a Salinas. Veinte años después, en 2009, Miguel de la Madrid confirmó que sí se perpetró un fraude electoral para imponer a Salinas. En 2017, el propio Bartlett confesó el delito y señaló como cómplice al Partido Acción Nacional (PAN).
Bartlett habría participado en la manipulación de las cifras de votación de aquella elección fraudulenta. Tras la imposición, el sujeto fue designado «secretario de educación pública» del régimen usurpador salinista y fungió como tal durante cuatro años de aquel espuriato sangriento.
En 1993 obtuvo la gubernatura de Puebla abanderado por el PRI. Desde el cargo y fiel a la «tradición» priista, reprimió a los movimientos sociales y de defensa de la tierra, principalmente indígenas, de la región. Fue acusado además de corruptelas y otros abusos.
Priista durante casi medio siglo, Bartlett finalmente renunció al PRI en 2012 para unirse al Partido del Trabajo (PT) y conseguir una senaduría. Desde ahí, se opuso a las contrarreformas del espuriato peñista y acompañó la lucha [simulada] contra la privatización del sector energético encabezada por el hoy presidente electo López Obrador.
Arropado por la izquierda lópezobadorista, Bartlett se ostenta como un patriota que enarbola los ideales del nacionalismo revolucionario, defensor del patrimonio nacional y opositor a las privatizaciones que antes impulsó bajo el mando de sus jefe Carlos Salinas. De ese modo pretende que se olvide su complicidad en los crímenes de lesa patria perpetrados durante el salinismo… y por lo visto se salió con la suya.
Opinión:
Ya hemos hablado de Bartlett en este medio alternativo. Para nosotros el sujeto es un delincuente que se hace pasar por «patriota». «Perdón, no olvido; justicia, no venganza», ha dicho reiteradamente López Obrador. Pues bien, el criminal Manuel Bartlett debe pagar por sus delitos, empezando por su complicidad directa en el fraude de 1988 que mucho dañó al país. No basta con ocultarse bajo el «manto sagrado de la izquierda», no basta con colgarse del líder social más importante de este país, no basta con SIMULAR que «defiende a México» tras décadas de HACER exactamente lo contrario. Hay un marco legal y Bartlett debe pagar ante los mexicanos por los muchos, muchísimos delitos que cometió en su carrera criminal como priista, en lugar de ser premiado con más cargos públicos de alto nivel y seguir mantenido por los mexicanos. La consigna de López Obrador al rodearse de criminales no es del todo inexplicable ni extraña. Lo que sorprende es que sus seguidores acepten y aplaudan semejantes aberraciones. ¿Por qué protestaron contra una posible designación del asesino Manuel Mondragón y Kalb en el gabinete de AMLO, pero callan frente al impostor, simulador, DELINCUENTE Manuel Bartlett? ¿Qué pasa con ustedes?
Con información de Proceso
