Diana Saavedra
Reforma
Cuando están «en sus cabales», los diputados no deciden lo importante. En cambio, las «leyes» trascendentales, como la energética, las debaten sin dormir, en sesiones de hasta 19 horas.
En estas condiciones, pueden cometer errores y se vuelven más irritables, pierden el control y deciden mal, alertan especialistas.
Padecen el síndrome de sueño insuficiente, señaló Ulises Jiménez, de la Clínica de Trastornos del Sueño de la UNAM.
Si la restricción de sueño es continua, comienzan a registrarse problemas de memoria, atención y concentración, añadió.
Un ejemplo: este miércoles, un diputado del PRD hizo un alegato en contra de la «Ley de Energía Geométrica». En realidad opinaba sobre la legislación sobre energía geotérmica.
Dormir es necesario, pues da la oportunidad al cerebro de distribuir los químicos que requiere, explicó Raúl Aguilar Roblero, del Instituto de Fisiología Celular de la UNAM.
Si una persona se mantiene despierta por mucho tiempo, estas sustancias, entre ellas la serotonina, la acetilcolina y la noradrenalina, se acumulan y producen la sensación de cansancio.
Como consecuencia, aumenta la excitabilidad de las neuronas, por lo que la persona se vuelve más proclive a irritarse y a tomar malas decisiones, coincidieron los investigadores.
Guadalupe Terán, de la Clínica del Sueño de la UAM-Iztapalapa, señaló que estudios científicos han mostrado que pasar 17 horas continuas despierto hace que un individuo cometa los mismos errores que alguien que ha consumido más de tres copas de alcohol.
Y el problema se incrementa con el tiempo: a más horas despiertos, más errores.
De ahí que la recomendación general sea de ocho horas máximo de trabajo con varios periodos de descanso, precisó Terán.