- El pasivo de Chihuahua pasó en una década de 0.7% a 9% del valor de su economía
- Las transferencias pasaron de $580 mil millones en 2004 a $1 billón 200 mil millones en 2013
Roberto González Amador
La Jornada
Cada año aumentan las transferencias que los gobiernos de estados y municipios reciben de la Federación. También cada año crecen sus déficits fiscales y, nuevamente, en el último ejercicio el gasto en inversión pública a nivel local volvió a disminuir, mostraron datos oficiales.
“Hay una pausa en la tendencia al crecimiento de las deudas” de estados y municipios, explicó María del Carmen Martínez Richa, analista de gobiernos estatales y municipales de Moody’s. Sin embargo, en la última década la deuda contratada por gobiernos estatales y municipales duplicó su tamaño, medida respecto del tamaño de las economías locales. Pasó de representar 1.7 por ciento del producto interno estatal (PIBE) a 3 por ciento del PIBE en junio de este año, según datos de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público.
Hay casos extremos: la deuda contratada por el gobierno de Chihuahua, así como por los organismos estatales y los municipios, actualmente de 41 mil 603 millones de pesos. Esa cantidad es equivalente a 9 por ciento del PIBE. Hace 10 años, el endeudamiento público de ese estado era equivalente a 0.7 por ciento del tamaño de su economía, según datos de Hacienda.
Disminuye el gasto en inversión
La forma aceptada de medir el peso de una deuda pública es hacerlo en relación con el tamaño de la economía, tal como hace el gobierno federal, porque de esa manera es posible ver el peso de la deuda en las finanzas públicas.
Las entidades con una mayor deuda, medida en relación con el tamaño de su producto interno bruto, son, después de Chihuahua: Quintana Roo, con un endeudamiento equivalente a 7.5 por ciento del PIBE, proporción que hace una década era de 1.8 por ciento; Chiapas, donde la deuda estatal pasó de representar 0.7 por ciento del PIBE en 2004 al nivel actual de 6.8 por ciento (se multiplicó por nueve en una década); Coahuila, entidad en la que, en la década de referencia, la deuda estatal creció de 0.1 a 6.6 por ciento del producto interno bruto estatal; Nayarit, donde pasó de 0.6 a 5.9 por ciento del PIBE; y Veracruz, donde aumentó de uno a 4.6 por ciento del producto.
Una medición elaborada por la calificadora de inversiones Fitch Ratings, publicada esta semana, encontró que cinco estados tienen una deuda que supera el monto de sus ingresos fiscales. Se trata de Coahuila, cuyo endeudamiento es equivalente a 2.29 veces sus ingresos fiscales ordinarios (IFO); Quintana Roo, entidad donde la deuda a cargo del gobierno estatal es 1.92 veces los IFO; Veracruz, 1.16 veces; Chihuahua, 1.05 veces; y Nuevo León, con una deuda que es similar a 1.01 veces los ingresos fiscales ordinarios.
El gasto de capital se ha vuelto limitado, consideró Fitch. “En 2013 –último año para el que hay cifras comparables– la participación de la inversión en el gasto total retomó la tendencia decreciente. En ciertas entidades, el deterioro se relaciona con la reclasificación de algunos rubros”, mencionó Fitch. Aunque la recaudación local se ha fortalecido, prevalece la dependencia de los ingresos fiscales.
Precisamente el nivel de endeudamiento de los estados ha ido en aumento aun cuando han crecido las participaciones que las administraciones locales reciben de la Federación.
Las transferencias federales a los estados pasaron de 580 mil millones de pesos en 2004 a poco más de un billón 200 mil millones de pesos el año pasado. Mientras, el resultado financiero –que muestra los requerimientos financieros netos– han pasado de un ligero superávit de 0.3 por ciento del producto interno bruto a un déficit de 3 por ciento, de acuerdo con una muestra de gobiernos estatales elaborada por Moody’s.