Ernesto Núñez
Reforma
Cd. de México (14 agosto 2014).- A todos en el PAN les dice «Papirrín». Le gustan los relojes ostentosos y las mancuernillas vistosas, usa pañuelo en la solapa y le encantan los autos de lujo. Es mal hablado y presume su cercanía con Gustavo Madero, y con los poderosos en general.
Es Jorge Villalobos Seáñez, un abogado chihuahuense que, en apenas una década, tuvo una meteórica carrera política hasta convertirse en uno de los hombres más influyentes en el Comité Ejecutivo Nacional del PAN.
Apenas el 22 de julio, fue nombrado presidente del Comité Estratégico de Elecciones del partido, cargo que conservará pese a que ayer fue removido de la vicecoordinación del grupo parlamentario panista en la Cámara baja.
Todos en la sede panista y en la Cámara de Diputados saben que es el mejor amigo del presidente blanquiazul, Gustavo Madero, su aliado incondicional y su principal operador político y financiero.
Es diputado federal por Sinaloa, cargo al que llegó por la vía de la representación proporcional. Pero no es un legislador muy productivo: en los dos años que van de la 62 Legislatura ha presentado 10 iniciativas, de las cuales siete ya fueron rechazadas. En el último periodo ordinario estuvo ausente en 15 de 32 sesiones, dos con falta justificada y 13 con permiso de la Mesa Directiva.
Entre sus propuestas destacan la de eliminar el fuero y elevar las penas a quienes «alteren la paz pública» en manifestaciones.
Es más conocido en el Legislativo por sus escándalos, que van desde la gestión de presupuestos para municipios, con el respectivo cobro de «moches», hasta el uso de su influencia para colocar a funcionarios públicos en áreas como el Servicio de Administración Tributaria.
Hoy, está en el ojo del huracán por la difusión del video en una fiesta en Puerto Vallarta, en la que participó al lado de su amigo Luis Alberto Villarreal, ex coordinador de los diputados del PAN.
Según anunció ayer Madero, fue removido de la vicecoordinación del grupo parlamentario panista –cargo desde el que operó con Villarreal los presupuestos a municipios en 2013 y 2014–, pero mantiene sus privilegios e influencia en las filas del blanquiazul.
El Comité Estratégico de Elecciones del PAN, que él preside, es uno de los seis cargos del organigrama panista que dependen directamente de Madero.
Ese comité, del que forman parte gobernadores y líderes panistas, tendrá un papel clave para el reparto de candidaturas de cara a las elecciones federales y locales de 2015.
Todo un manjar para alguien que ha sido acusado ante las instancias internas del partido de haber operado la venta de candidaturas en 2012.
Por la gubernatura
Villalobos conoció a Madero en Chihuahua en los 90, cuando era un abogado más del despacho Bufete Legal Empresarial, y socio de la desarrolladora inmobiliaria VISECA.
Cuando Madero llegó a la Cámara de Diputados en 2003 (59 Legislatura) y se convirtió en presidente de la Comisión de Hacienda, hizo a Villalobos secretario técnico. En 2006, Madero llegó al Senado y ambos se colocaron, nuevamente, en la Comisión de Hacienda. De ahí su conocimiento de temas presupuestales.
Como coordinador del PAN en el Senado, Madero nombró a su amigo coordinador de asesores. Y al llegar a la dirigencia panista, en 2010, le inventó el cargo de jefe de la oficina del presidente del CEN.
Desde ahí, Villalobos operó la selección de candidatos de las elecciones de 2012, el rompimiento con Felipe Calderón y, posteriormente, la firma del Pacto por México.
Ave de tempestades, Villalobos ha sobrevivido a múltiples escándalos, y ha visto cómo se incrementa su poder, con un objetivo en la mira: la gubernatura de Sinaloa, cargo que se renovará en 2016, pero para el cual trabaja desde que inició la Legislatura.