“Exigimos justicia, porque van a dejar impune este caso, como siempre lo han hecho”.
Sergio Ocampo y Rubicela Morelos
La Jornada
El Pericón, Gro. Ezequiel Mora, padre del normalista de Ayotzinapa Alexander Mora, cuyos restos ya fueron identificados, aseguró que el Peña Nieto, gobernadores y alcaldes son “corruptos y delincuentes” porque, dijo, asesinaron a su hijo y están coludidos con el crimen organizado.
Entrevistado en su humilde casa de adobe, teja y lámina, donde familiares, amigos y vecinos se reunieron para recordar a su hijo, manifestó: “exigimos justicia, porque van a dejar impune este caso, como siempre lo ha hecho el gobierno, y no se vale; si no se hace justicia quiere decir que él (Peña Nieto) está de acuerdo con lo que hagan contra la ciudadanía”.
Reprochó: “nosotros como campesinos no podemos manifestarnos contra él porque nos está matando, nos tortura; no es un gobierno para apoyar a la gente. Es un gobierno corrupto y delincuente, más que nada, porque ellos son los que han matado a todos los luchadores sociales. No los mata otra gente, los mata el mismo gobierno”.
Alexander, quien tenía 19 años y cursaba el primer año en la Normal Rural de Ayotzinapa, fue detenido y desaparecido junto con otros 42 compañeros el 26 de septiembre pasado por policías de Iguala, con apoyo de miembros del grupo criminal Guerreros Unidos.
“A mi hijo le quitaron su sueño que tenía de ser maestro. Me dieron la noticia de que le tocó (morir) a mi hijo; yo no podía creer, no puede ser que estén muertos, son muchos”, comentó Ezequiel Mora.
Dedicado al cultivo de jamaica, el campesino explicó que recibió la noticia el viernes por la noche. “No dormí. Yo dije que de por sí era difícil que estuviera vivo, porque en manos de la delincuencia era difícil que estuviera vivo”, subrayó.
Triste y cansado, don Cheque, como es conocido Ezequiel en El Pericón, comunidad del municipio de Tecoanapa, región de la Costa Chica, lamentó que mataran con tanta saña a su hijo. “Por lo menos me lo hubieran matado en la carretera, donde la gente lo viera y yo lo fuera a levantar, pero no lo hicieron, me lo quemaron”.
Sostuvo que los normalistas no son delincuentes; “su delito fue presionar y gritarle al gobierno, que no hizo caso a sus peticiones. Pero se toparon con esos malditos policías y el presidente municipal (de Iguala, José Luis Abarca), un cabrón delincuente”.
Criticó que a pesar de los antecedentes que tenía el edil perredista, “¿cómo canijos fueron a hacerlo presidente (alcalde)? Él no tenía que ser presidente, al saber de esas cosas que estaba metido con la delincuencia, y está detenido, pero no está sentenciado”.
“¿Y Aguirre Rivero?”
Preguntó: “¿dónde está (Ángel) Aguirre?, que no nos dio la cara. Él tuvo la culpa con su gobierno, desde los hechos del 12 de diciembre de 2011 (cuando fueron asesinados los normalistas Gabriel Echeverría de Jesús y Jorge Alexis Herrera Pino)”.
Ezequiel Mora criticó a la clase política: “uno vota por ellos, uno se anda partiendo la madre, uno aquí peleando por votar por esos cabrones. Soy gente de izquierda, pero de la izquierda consciente de las realidades. Fui comisario en 1982 y nunca me quedé con nada, mis padres me educaron”.
Dijo que por eso, ahora que le informaron que de los restos encontrados presuntamente en el basurero y en las márgenes del río San Juan, en el municipio de Cocula, se identificó los de Alexander, tiene el apoyo de sus vecinos y de mucha gente del estado y otras entidades.
“Mi hijo está muerto. Voy a recibir los restos dentro de dos semanas o tal vez más tiempo. Al principio no me querían decir nada, pero me marcaron a las 9 de la noche; mi jefecita (de 85 años) está enferma, no sabe de esto, si le digo se me muere; ella es sentimental, está diabética”, contó.
Acompañado de sus otros siete hijos, Ezequiel mencionó que le comunicaron que lo que queda de Alexander son “dos o tres huesitos, a lo mejor, esos tengo que ir a traer, y vamos a hacerlo como es nuestra tradición, ir a dejar al camposanto un muertito”.
Saena Mora, hermana de Alexander, compartió que a su hermano le gustaba el futbol y le iba a los Pumas. “Me decía: ‘algún día yo será famoso y saldré en la tele’. Y ahora –agregó– efectivamente es famoso, por todo el apoyo que han enviado, por las oraciones y veladoras que encendieron en el país y en el mundo”.
En el altar instalado en la pequeña vivienda colocaron la playera de Alexander con el número 12 del equipo de su pueblo, junto a la fotografía de su madre, Delia Venancio, quien falleció hace cinco años. “Los que mataron a mi hermano tarde o temprano la van a pagar”, sentenció Saena.