Karen Meza Pestaña
La Jornada
Ayer las oficinas centrales de Concesiones Integrales S.A. de C.V. solo se abrieron para que personal administrativo laborara. Sin embargo, las cajas de cobro estuvieron cerradas y ocultaron con un toldo los ventanales que tienen los sellos de clausura.
El cierre de la principal sucursal de la firma obligó a contribuyentes a asistir a las oficinas de La Acocota, Plaza Cristal y Plaza Américas, lo que causó su inconformidad, pues cada una de ellas está a media hora.
“No podemos atenderlo, tenemos problemas técnicos, pueden ir a su sucursal más cercana. Nos han dicho que en Plaza Cristal no hay mucha gente; allá atenderán su queja”, le expresaron a Ángeles Hernández.
La ciudadana explicó que desde que se privatizó la firma existen irregularidades en sus pagos; el primero que le cobran los últimos seis meses del año 2013 y el segundo, que no le respetaron el convenio de pago en diciembre de solventar su impuesto 2014.
Hernández explicó que le extrañó que en mayo le llegará un recibo por 300 pesos y en junio otro por el concepto de mil 990 pesos: “Yo había pagado mil 400 para este año. No tengo trabajo, de dónde quieren que les pague. La verdad esto es un robo a lo descarado”.
Por las irregularidades, ayer presentó una queja ante la Procuraduría Federal del Consumidor, luego de encontrar cerrada Concesiones Integrales.
En tanto, las delegaciones de Plaza Cristal y Plaza América estuvieron saturadas de usuarios, quienes esperaron más de una hora para ser atendidos. Aunque algunos, como Angélica González, se quedaron sin apoyo porque no se tenía el expediente de sus cuotas.