Redacción Proceso
MÉXICO, D.F. (apro).- Un nuevo caso de negligencia médica se registró en Tamaulipas, donde murió una recién nacida al parecer por falta de atención del personal médico del Hospital General de Altamira, “Rodolfo Torre Cantú”.
Por este hecho, la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) inició una queja de oficio para investigar las presuntas violaciones de derechos humanos en agravio de la madre y su bebé.
Todo comenzó el pasado 27 de marzo, cuando Juan Camacho Balderas, de 18 años, y Juana María Balderas Flores, de 14, –residentes de la colonia Presidentes, municipio de Altamira–, acudieron al Hospital General, pues ella tenía ya nueves meses de embarazo y sentía fuertes dolores de parto.
Las enfermeras internaron a Juana María, pero no le revisaron la dilatación. El maltrato seguía al gritarle que se callara cuando se quejaba del dolor, según contó la pareja.
Siete horas más tarde, los médicos la enviaron al quirófano para que diera a luz. El parto no tuvo complicaciones, pero cuando llevaron a la niña con su madre, estaba aún con sangre y líquido amniótico, al parecer no recibió la limpieza requerida al nacer.
Cuando la pediatra en turno revisó a la bebé, notó que tenía el estómago inflamado y sus venas saltadas; entonces ordenó que se quedara internada. La recién nacida pasó más de un mes en observación y, a pesar de los estudios realizados, no le detectaron nada grave, sólo que tomó líquido amniótico.
Debido a que su salud no mejoraba, los médicos ordenaron llevarla al Hospital Infantil de Ciudad Victoria, pero sus padres no tenían dinero para el traslado. Contaron que pidieron apoyo económico al DIF estatal y éste lo envió con personal de la dependencia, pero la recién nacida nunca fue trasladada.
A principios de mayo, los médicos le detectaron signos de hidrocefalia; dijeron que necesitaba tratamiento urgente para extraerle el líquido que ingirió por el retraso al nacer. Entonces ordenaron su traslado inmediato aunque fuera al Hospital Civil. Sin embargo, su estado de salud empeoró hasta morir.
Por este caso, la CNDH inició una queja de oficio para investigar presuntas violaciones a los derechos humanos de Juana María y su recién nacida.
En un comunicado, agregó que visitadores adjuntos de la Comisión fueron al Hospital General de Altamira, donde se entrevistaron con la madre agraviada, pidieron información a la autoridad involucrada y recabaron evidencias para la investigación.
La CNDH reiteró que “la protección de la salud es un derecho elemental para todas las personas y particularmente para las mujeres en estado de gravidez y los niños, quienes se encuentran en situación de alta vulnerabilidad y no deben enfrentar negligencia de las autoridades garantes de brindarles atención médica oportuna, con calidad y calidez”.
Agregó que al concluir la investigación “y después del análisis y la valoración de las evidencias”, el organismo emitirá una determinación conforme a derecho”.
La hidrocefalia no es culpa de los médicos o personal médico, es por la corta edad materna el riesgo de muchas complicaciones en el recién nacido, falta mucha orientación entre los jóvenes que están teniendo hijos tan prematuramente, de todo lo que conlleva un embarazo adolescente. Es absurdo que digan que porque al nacer tomó líquido amniótico y se lo quieran sacar ahora de la cabeza! Primero investiguen para no decir sandeces