José Gil Olmos
Proceso
MÉXICO, D.F.(apro).- Es evidente el fracaso de la estrategia militar y policial que Peña y Eruviel han establecido desde principio de año para contener la violencia en el territorio mexiquense, cuyos habitantes viven diariamente un infierno.
Desde que Enrique Peña Nieto «gobernaba» esa entidad, la violencia y la presencia del crimen organizado era evidente, pero una estrategia millonaria en los medios de comunicación locales y a nivel nacional hicieron el juego de las apariencias de que “aquí no pasa nada”.
Fue con Peña Nieto cuando se disparó el feminicidio, convirtiendo al Estado de México en el primer lugar a nivel nacional. A pesar de ello, el PRI movió mar y tierra y contrató a Rosario Robles para que no se declarara el semáforo rojo en el estado. Era el año del 2011 cuando Peña ya estaba en plena campaña presidencial.
Desde hace unos años, el Estado de México ocupa los primeros lugares en homicidios dolosos, extorsiones, secuestros, asaltos y feminicidios. Los mexiquenses sufren a diario los atracos cuando salen de sus casas y van a trabajar o a la escuela. Algunos jóvenes llevan dos carteras, una de ellas con unos cuantos pesos que entregan a los asaltantes que ya los están esperando en los autobuses o en las calles.
La inseguridad permanente, la violencia creciente y el control de municipios completos de los grupos del crimen organizado como la Familia Michoacana, los Caballeros Templarios, Zetas y el cartel del Golfo, es parte de la vida cotidiana de los mexiquenses y, al mismo tiempo, la expresión más clara de la ineficiencia de la estrategia gubernamental basada en la fuerza militar y policiaca.
El escenario del Estado de México es muy parecido al de Michoacán, donde los Caballeros Templarios y antes la Familia Michoacana, establecieron un estado paralelo en el cual ellos gobernaban imponiendo presidentes municipales, funcionarios y jefes de la policía.
Quizá es por ello que en algunos municipios los mexiquenses ya empezaron a organizarse para defenderse de las bandas criminales que no solo les roban sino que están secuestrando a sus familias e imponen pagos de derecho de piso a sus negocios, como sucede en Ecatepec, Chalco, Valle de Chalco, Los Reyes La Paz, Nezahualcóyotl, entre otros.
Este martes por la noche los integrantes de una familia completa fueron asesinados con armas blancas en el municipio de Nezahualcóyotl. Cuatro adultos y un niño de aproximadamente dos años de edad, fueron encontrados sin vida en el número 447 de Poniente 27, cerca de la Avenida Álamos, en la colonia La Perla. Según las autoridades se trata de un acto de venganza de bandas dedicadas al narcomenudeo.
Esta es una más de las expresiones de violencia y del fracaso de Peña Nieto y Eruviel Ávila Magaña que tratan de establecer una estrategia de daños con miras a las elecciones intermedias del próximo año.
El interés político, la intención de mantenerse en el poder, por encima de los “daños colaterales” que genera la estrategia gubernamental es lo más claro que se observa en el Estado de México, de donde surgió el grupo que [secuestra] el país y que tiene la intención de perpetuarse por tiempo indefinido.