Redacción La Jornada
Denver, Colorado. Ante el incremento en la demanda de agua en el oeste de Estados Unidos, Colorado está diseñando una estrategia para mantener cierta porción de los millones de litros de agua que brotan de las Montañas Rocallosas cada primavera, la mayoría de los cuales fluyen hacia California, Arizona, Nevada y México.
Colorado quiere asegurarse de que sus granjas, su vida silvestre y sus ciudades tengan suficiente agua en las décadas por venir. Y promete proveer a los estados río abajo cada litro al que tengan derecho, pero ni una gota más.
«Si alguien cree que vamos a decir: ‘OK, California, estás pasando por una grave sequía, puedes usar el agua que nosotros íbamos a usar’, se equivoca», dijo James Eklund, director de la Junta de Conservación de Agua de Colorado, que elaboró el plan después de una serie de reuniones públicas.
La insistencia de Eklund en los derechos de Colorado sobre el agua provocó respuestas diplomáticas de sus colegas en otros estados previas a una reunión de gerentes de agua en Las Vegas. Los gerentes, de siete estados, tratan de hallar maneras de asegurarse de que 40 millones de personas que viven en la cuenca del río Colorado no padezcan por escasez de agua.
«California no ha pedido más agua del río Colorado que a la que tiene derecho, y no tiene intenciones de hacerlo», dijo Jeff Kightlinger, gerente general del distrito metropolitano de agua del sur de California. El funcionario hacía referencia al tratado de 1922 que cubre cuotas de agua a Colorado, California, Nuevo México, Wyoming, Utah, Arizona y Nevada.
«Arizona tiene el mismo interés» que Colorado en asegurar que su suministro esté protegido, dijo Michael J. Lacey, director del Departamento de Recursos Hídricos de Arizona.
El plan de Colorado será enviado al gobernador John Hickenlooper el miércoles. Se prevé que haya una versión final a finales de 2005 y entonces se presente una iniciativa de ley.