Redacción La Jornada
Tepeojuma. La última vez que los micrófonos y las cámaras fotográficas de la prensa registraron su figura, hace casi un mes, estaba metido en la cabina de un pequeña camioneta, atado de manos, golpeado, temeroso y su vida en manos de una turba, a veces con misericordia, y muchas más despectiva con su futuro y suerte.
Aquella tarde del miércoles 8 de octubre parte de este municipio estaba enardecido y con ganas de venganza por la desaparición de un pequeño. Y los campesinas y campesinas ya había avisado hora antes cuál sería el desenlace de esta historia: mostraron a los reporteros a un hombre amarrado a un pilar, amenazado de ser colgado o quemado.
El reciente encuentro, para una entrevista, entre ese pequeño hombre moreno, de 34 años, con las cámaras y los micrófonos de los medios de comunicación fue distinto: ojos rojos como secuelas de los golpes, cara sellada por las heridas, pantalón y camisa limpios, y sobre todo con manos, que no dejaron de frotarse, sin sangre.
Alfredo Reyes Vilchis, quien fue acusado hace casi un mes por la mayoría de la gente de su comunidad de presuntamente secuestrar a su sobrino, obtuvo su libertad ante la autoridad correspondiente luego de una serie de exámenes periciales.
Ya de regreso a su casa, en la ranchería El Rodeo, aseguró que a pesar de que la ley logró absolverlo, siente que sus vecinos y amigos aún lo miran con recelo y desconfianza. “Por eso decidí, con ayuda del ayuntamiento de Tepeojuma y del alcalde Gustavo Sánchez Martiñón, hablar con ustedes para que sean el medio indicado en decirle a la gente que soy inocente. Yo no secuestré al pequeño que desapareció”.
Acompañado de sus padres, quienes desde aquel martes fatídico que prácticamente fue hecho prisionero no lo dejan un momento solo, dijo que “aún teme por su vida. De hecho poco a poco me estoy incorporando a la vida normal. Salgo a caminar por momentos, disfruto nuevamente a mi hijo y esposa”.
–¿Cuáles son los motivos para temer por tu vida?
–Ya escuché una serie de rumores en su pueblo de que presuntamente pagó dinero a la Policía para obtener su libertad. Y eso no es cierto. Pero mucha gente sigue enojada y aún cree las mentiras que se dijeron.
Lamentó que consecuencia de esta penosa situación en la cual se vio involucrado, dejó de tener trabajo. “Soy sonidero y ando de pueblo en pueblo amenizando fiestas, pero a raíz de los acontecimientos decidí cancelar varios contratos en octubre, y también en un hecho que ya no me buscan”.
Sobre secuelas físicas y sicológicas, Alfredo Reyes Vilchis explicó que como consecuencia de los golpes que recibió en el rostro, el ojo derecho, comenzó a perder la visión. Y de repente siento que esto no ha pasado”.
Pidió, junto con el edil de Tepeojuma, hacer una reflexión sobre las consecuencias que pueden ocasionarse cuando un pueblo o un grupo de personas enardecidas dejan de tomar decisiones razonadas.
–¿Ya perdonaste a la gente que te acusó?
–Hay un juez que es dios, y sabe que no hice nada malo. No sé si es necesario perdonar a la gente que quiso matarme sin tener culpa, lo único que me queda claro es que quiero comenzar de nuevo. Como si, aparentemente, nada hubiera ocurrido.
A Alfredo Reyes Vilchis intentaron lincharlo. Apenas, en su defensa, alcanzó a decir a los reporteros la tarde referida que se trataba de una confusión de la gente. De acuerdo con versiones, Luis Ángel Vilchis, el menor de edad, desapareció un domingo lo que desató una cacería de los vecinos de ese lugar.
–¿Estuviste en el momento equivocado?
–En la búsqueda del menor bajaba del cerro. Y como todos eran sospechosos…
El edil Gustavo Sánchez Martiñón expresó al respecto: “el ayuntamiento de Tepeojuma, con el único propósito de garantizar los derechos constitucionales del ciudadano Alfredo Reyes Vilchis, originario de la comunidad El Rodeo, y por su propio derecho y una vez realizadas las investigaciones de ley hechas por la Procuraduría General de la Justicia (PGJ) informa lo siguiente:
“Originado de una confusión y dada la molestia de la gente en el caso del menor Luis Andy Vilchis Vilchis, desaparecido el día 5 de octubre, se detuvo a Alfredo Reyes Vilchis el pasado 7 de octubre, originando con esto que fuera entregado a las autoridades correspondientes.
“Mismas instancias donde como resultado de las indagatorias se pudo constatar que Alfredo Reyes Vilchis es inocente de las supuestas acusaciones que se lanzaron en su contra por la privación de la libertad del menor antes mencionado.
“El gobierno de Tepeojuma preocupado por la integridad física y moral de sus habitantes a través de este comunicado da a conocer a las comunidades de El Rodeo, Las Petacas y demás pueblos cercanos que Alfredo Reyes Vilchis fue exonerado de toda culpa por la autoridad correspondiente”.