Roberto González Amador
La Jornada
México, DF. Los gobiernos de los estados y municipios emplearon como garantía prácticamente la totalidad de los recursos esperados por participaciones federales para contratar un endeudamiento público que en junio pasado llegó al nivel sin precedente de 432 mil 712 millones de pesos, comentaron especialistas, con base en información oficial. En cambio, las autoridades locales han evitado, cediendo a presiones políticas, elevar sus ingresos propios a partir de la recaudación de impuestos, añadieron.
“Al 30 de junio de 2014, las participaciones federales –transferencias de la federación- garantizaban 95 por ciento del endeudamiento público de los gobiernos locales y regionales en México, el cual ascendió a 432 mil 712 millones de pesos, de acuerdo con información de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP)”, aseguró este jueves Standard and Poor’s Ratings Services.
Los gobiernos locales y regionales (GLRs) en México han contratado más deuda en un esfuerzo por atender sus significativas necesidades de infraestructura, mencionó Standard and Poor’s.
“Aunque los impuestos locales pueden servir como garantía de este financiamiento, la mayoría de los GLRs generalmente respaldan su endeudamiento con ingresos por concepto de participaciones federales”, dijo Abril Cañizares, analista de la firma calificadora de inversiones. “Esto se debe a que las presiones políticas generalmente hacen más difícil que los GLRs establezcan mecanismos sólidos de recaudación local. En la mayoría de los casos, las iniciativas tributarias son inconsistentes e incluso polémicas”, agregó la analista.
En opinión de Standard and Poor’s Ratings Services, si los GLRs mexicanos implementaran adecuados mecanismos de recaudación, tendrían una amplia oportunidad de financiar proyectos de infraestructura y servicios con endeudamiento garantizado con sus impuestos locales, y estas transacciones podrían alcanzar una calidad crediticia similar a las respaldadas por participaciones federales.
Una calificación crediticia es la probabilidad que se asigna a que un deudor incumpla con sus pagos. Como la deuda de los gobiernos estatales y municipales ha sido garantizada con participaciones federales, y como estas se juzgan un flujo seguro de recursos, la calificación es elevada y el costo de ese endeudamiento es relativamente bajo.
La solidez que se requiere en este tipo de mecanismos para alcanzar que los gobiernos locales y regionales garanticen su deuda con recaudación local incluye incentivos legales y financieros que alienten a los GLRs a continuar fortaleciendo su recaudación local, lo cual podría conducir a un comportamiento más estable y predecible de sus ingresos, señaló Standard and Poor’s.
Cita como ejemplo que el Municipio de Cajeme, en el Estado de Sonora, eligió recientemente un camino menos común al adquirir financiamiento a través de una transacción innovadora, respaldada por impuestos locales.