CLAUDIO VARGAS
La Jornada
Integrantes de la Unión de Indígenas Radicados en Acapulco (Uira) tomaron ayer por la mañana la oficina de la Dirección de Grupos Étnicos del ayuntamiento para pedir la destitución de su titular, Magdalena Valtierra García, porque no ha utilizado apropiadamente los recursos para apoyar a cada etnia.
Después de varias horas del cierre de la oficina, los inconformes anunciaron que también tomarían el palacio municipal, pero antes de que lo intentaran el presidente envió al subsecretario de Asuntos Políticos, Religiosos y Sociales, Delfino Ortega Hernández, quien dialogó con ellos y evitó que la protesta llegara hasta la sede del gobierno porteño.
Ésta es la tercera protesta de los integrantes de la Unión de Indígenas para pedir al «alcalde» la destitución de la funcionaria; antes sostuvieron una reunión con otros funcionarios del gobierno municipal para intentar limar asperezas entre la Uira y Valtierra García, y parece que no se logró mucho, pues ayer volvieron y le cerraron la oficina por varias horas.
Los manifestantes en grupo exigieron, en la sala de cabildos, ser informados del destino los 26 millones de pesos que dicen que le fueron entregados a la funcionaria para que apoyara a los grupos de indígenas, a lo cual no ha dado respuesta.
En entrevista, Valtierra García dijo que ella trabaja con normalidad y que en la medida que puede ayuda a quienes hacen la petición por escrito a su oficina, y que según el turno se da solución a los planteamientos, sin distingos.