Redacción Proceso
MÉXICO, D.F. (apro).- José Gutiérrez Guzmán, primo de Joaquín El Chapo Guzmán, se declaró culpable de haber planeado la distribución de más de mil kilogramos de cocaína, heroína y metanfetaminas en Estados Unidos, por lo que podría enfrentar una pena de 20 años de prisión.
De acuerdo con autoridades judiciales del país del norte, durante reuniones con agentes encubiertos, Gutiérrez Guzmán –quien planeaba expandir las operaciones de su cártel a Europa y el norte de Nueva Inglaterra– admitió ser el representante directo de El Chapo.
El sujeto de 54 años de edad fue arrestado en España en 2012 junto con Samuel Zazueta Valenzuela, que se declaró culpable, y Rafael Humberto Celaya Valenzuela, quien aguarda un juicio que iniciará la próxima semana.
Un tercer hombre, Jesús Soto, se declaró culpable el mes pasado en otro caso separado, pero relacionado.
Las autoridades indicaron que la investigación inició en 2009, cuando se descubrió una ramificación del Cártel de Sinaloa en Massachusetts.
Agentes encubiertos del FBI se hicieron pasar por miembros de una organización europea del narcotráfico y varias veces, de 2009 a 2012, se reunieron con los cuatro hombres en España, México, Miami, las Islas Vírgenes, Boston, Phoenix y Nueva Hampshire.
En esos encuentros, el primo de El Chapo se jactó de que las rutas de distribución europeas involucrarían inicialmente embarques de 20 toneladas de cocaína por vez, de acuerdo con la Fiscalía.
En julio de 2011, la organización criminal envió cargamentos de prueba de piñas y plátanos de Sudamérica a España, y continuaron con 340 kilogramos (750 libras) de cocaína, que fue interceptada por la policía, aseguraron los investigadores.
Detallaron que cuando el juez federal de Distrito Joseph Laplante le preguntó a Gutiérrez porqué se declaraba culpable, éste hizo una pausa y en voz baja respondió: “Lo admito pero no sé cómo explicarlo”. Y durante la comparecencia dijo que era esposo, padre y abuelo.
Como parte del acuerdo, Gutiérrez enfrenta una pena máxima de 20 años de prisión. De haber sido enjuiciado, habría enfrentado una condena de mínimo 10 años de cárcel a cadena perpetua.
Una vez que cumpla la sentencia, será deportado.
El asistente de fiscal Donald Feith manifestó que el acuerdo de culpabilidad no obliga a Gutiérrez a testificar contra otras personas, incluyendo Joaquín Guzmán Loera, en caso de que el capo llegue a ser extraditado a Estados Unidos.