Por Gerardo Fernández Noroña
(@fernandeznorona)
Las diversas posiciones políticas existentes en México tienen derecho a manifestarse, quien podría ser tan necio como para negarles ese derecho. En ese marco, es evidente que la derecha puede manifestarse cuantas veces lo desee, por más que sea absolutamente inconsecuente, pues siempre denuesta, tergiversa y ataca todas las manifestaciones populares.
Lo que más me llama la atención no es su inconsecuencia y su franca hipocresía, sino el hecho de que les da vergüenza reconocer que son de derecha, reconocer que se manifiestan y su enfermizo comportamiento de ocultarse siempre bajo la careta ciudadana y las vestimentas blancas.
Se creen los únicos depositarios de la ciudadanía y consideran que por salir vestidos de blanco, ya son impolutos y casi angelicales. Por si eso no fuera suficiente, siempre ocultan a los verdaderos convocantes. La marcha del domingo auto denominada «Vibra México» es un nuevo esfuerzo en ese sentido.
Bajo un patrioterismo ramplón y tratando de rescatar a Enrique Peña Nieto, convocarán a la unidad y a cerrar filas en la defensa de México. Seré curioso: ¿De cuál México hablan? ¿Del que concentra la riqueza del pueblo en 16 hombres con una fortuna que ronda los 143,000 millones de dólares? ¿Del que condena a más de la mitad de la población a la miseria más absoluta, comiendo una vez al día y viviendo en condiciones de miseria monstruosa? ¿Del México en que el ejército masacra a su pueblo, que desaparece estudiantes, que baña en sangre al país? ¿Del México en que el sistema político está corrompido hasta la médula y el máximo exponente de esa corrupción es Enrique Peña Nieto? ¿Del México en que el gobierno miente, engaña, asesina, remata el patrimonio nacional y traiciona al pueblo? ¿Del México en que es el pueblo el que siempre paga los platos rotos y el que carga con el costo de una burocracia que lo traiciona y de un sistema económico que lo condena al hambre y a la miseria?
Pues ese México, no es el México que quiere la inmensa mayoría de los mexicanos y es el México contra el que se ha rebelado buena parte del pueblo partir del 1 de enero de este año.
Y la gran paradoja es que quienes convocan a la marcha «Vibra México» es a ese México al que pretenden defender, al México de la injusticia social brutal, de la desigualdad asesina, de la corrupción, de la mentira y del pueblo vilipendiado y explotado.
A estas alturas, la mayoría del pueblo de México sabe perfectamente que cualquier causa que impulse Televisa es una causa en su contra. Y este consorcio televisivo, en franca decadencia, es uno de los principales promotores de la marcha de la derecha vibrante.
Pero ellos y los 16 que concentran 143,000 millones de dólares nunca dan la cara, lo que hacen es mandar a su servidumbre, como es el caso de la señora Dresser. Farsante y siempre arrogante, con un desplante clasista increíble, escribió en Twitter: «La marcha es una protesta contra Trump y una exigencia contra Peña Nieto. La gente participativa, democrática e inteligente lo entenderá». Ante las críticas que hice a su postura, respondió con un exabrupto que muestra su verdadera faz. Fue tan torpe, que después se desdijo, alegando que el mensaje era apócrifo. No me extraña, si cobra más de doscientos mil pesos por una hora de charla a los partidos que dice criticar; si quiso ser integrante de la asamblea constituyente por un partido al que desprecia y con el que en nada comparte su posición política (PRD); si trabaja para agencias del gobierno de EEUU y lo niega; si ha defendido el remate del petróleo, validó la imposición del usurpador Felipe Calderón, ha sido feroz opositora de López Obrador y a pesar de ello se dice demócrata, nada extraño es que se desdiga de sus vulgaridades e insultos manifestados contra mí. Es el perfil clásico de la «gente decente» que acudirá a esa marcha: profundamente hipócrita y de doble moral. Habrá algunos confundidos y de buena fe que acudan, pero lo antes expuesto es la esencia de esos vibradores por México.
Así que celebro que la derecha manifieste su apoyo a Peña y lamento que lo haga de manera vergonzante. Que ellos vibren por el dinero, por sus negocios y por Peña, mientras la mayoría del pueblo lucha contra esa farsa de gobierno traidor al pueblo y fortalece el camino para impulsar una profunda transformación en beneficio de la gente.
Sólo hay dos partidos en México: los que están con el pueblo y los que están contra el pueblo. Los del partido «Vibra México» han estado, están y estarán en contra del pueblo. Así son los vibradores de farsantes, dicen defender al pueblo, pero lo desprecian y lo esquilman.
«El pueblo tiene derecho a vivir y a ser feliz».
Gerardo Fernandez Noroña.
México D.F. a 8 de febrero de 2017.