Samuel Estrada
La Jornada
A la Iglesia católica le “pega” la fiscalización de las limosnas, afirmó el apoderado legal del arzobispado de San Luis Potosí, Marco Antonio Luna Aguilar, quien expuso que afectará a las ya estrechas finanzas de la asociación religiosa, sin embargo aseguró que se tendrá que acatar esta nueva disposición del gobierno federal a través de la Secretaría de Hacienda.
Dijo además que “tuvimos una reunión en la ciudad de México, todos los apoderados de las diócesis del país, con personal del SAT y de la Secretaría de Gobernación, en donde se nos explicó cuál es el nuevo régimen fiscal aplicable para las asociaciones religiosas y nos tenemos que ajustar a ello”.
Indicó que uno de los motivos que se argumentan es el transparentar los recursos que maneja la Iglesia, pero la realidad es que al día de hoy todo mundo puede saber cuáles son estos y en qué se utilizan: “en todas las parroquias las personas que las integran saben cómo se manejan los recursos y la feligresía se da cuenta de ello”, sostuvo.
Señaló, de igual forma, que sin duda es una situación que le “pega” a la Iglesia y que aún se está evaluando cómo se podrá cumplir con esta disposición, ya que al final se trata de una carga fiscal que representa un detrimento en lo económico.
Finalmente, recalcó que “nosotros no tenemos nada que ocultar, el dinero que se recibe es principalmente lo de las limosnas, y se utilizan básicamente en tres rubros, que es, primer lugar, la conservación del culto religioso; en segundo lugar, en evangelización y catequesis y, por último, se destina primordialmente en la manutención de los integrantes de la Iglesia. Hay que recordar que los ministros no tenemos otro trabajo, nos dedicamos al cien por ciento a servir a la Iglesia”.
