Isaín Mandujano
Proceso
TUXTLA GUTIÉRREZ, Chis. (apro).- Comuneros lacandones exigieron a Julia Carabias, exsecretaria de Medio Ambiente en el gobierno de Ernesto Zedillo, dejar de azuzar al gobierno de Manuel Velasco para que persiga a los indígenas que no simpatizan con su labor en la Selva Lacandona.
Chankin Kimbor Chambor, excomisariado de bienes comunales de la Selva Lacandona, denunció que Carabias Lillo tiene controlada la región sur del macizo forestal, sobre todo la región de Chajul y río Tzendales, donde los indígenas han observado un inusual tráfico de flora y fauna.
El líder lacandón explicó que la ambientalista ha regresado a la selva, en donde desde hace 20 años ha estado explorando e investigando sin que transparente sus labores.
También señaló que Carabias Lillo ha influido mucho en el aparato de gobierno estatal para perseguir y acosar a los comuneros que habitan la Selva Lacandona junto a choles, tzeltales y tzotziles.
En mayo pasado, la excolaboradora de Zedillo denunció haber sido secuestrada y amarrada a un árbol en plena Lacandona; luego de su liberación, acusó a Gabriel Montoya Oseguera, asesor de los comuneros lacandones, de ser el autor material e intelectual de su captura aunque, según su testimonio, todo el tiempo estuvieron encapuchados sus captores.
Por esa acusación Montoya Oseguera estuvo cuatro meses preso y luego, a fines del mes pasado, fue liberado por la Procuraduría General de Justicia del estado (PGJ).
Es por ello que Chankin Kimbor pidió a Carabias Lillo que deje de acosar a los comuneros que no coinciden con su labor.
También aclaró que algunos lacandones trabajan para la activista en su centro de investigación localizado cerca del río Lacantum, y que ese grupo lo encabeza Hugo Chambor.
“Ese Hugo nos ha dicho que muchos tenemos órdenes de aprehensión y que en cualquier rato las pueden reactivar desde el gobierno”, acusó el líder lacandón.
Kimbor Chambor expuso que como comuneros lacandones mantienen su postura de que las autoridades agrarias federales reconozcan a tres poblados indígenas, como ellos ya lo han hecho, y ellos son Ranchería Corozal, San Gregorio y Salvador Allende.