Alonso Urrutia, Carolina Gómez, Laura Poy y Matilde Pérez
La Jornada
Al iniciar el mitin en demanda de la presentación con vida de los 43 normalistas de Ayotzinapa en la explanada del Monumento a la Revolución, Felipe de la Cruz, padre de uno de los estudiantes desaparecidos confirmó la notificación del gobierno federal de que uno de los restos encontrados en las inmediaciones de Iguala corresponden a Alexander Mora Valencia.
Sin embargo, dijo que si el «gobierno» de Enrique Peña Nieto cree “que nos vamos a sentar a llorar por la vida de Alexander se equivoca, vamos a seguir luchando por la presentación con vida de los otros 42”.
De la Cruz dijo “No le vamos a llorar a Alexander pero esperamos que su caída sea una semilla para que florezca la revolución”. Acto seguido condenó al «gobierno» federal calificándolo de gobierno asesino y anunció que los padres de familia de los normalistas de Ayotzinapa desconocen a Enrique Peña Nieto como interlocutor.
El primer orador en el mitin efectuado en el Monumento a la Revolución, porque el gobierno del DF clausuró el acceso al Zócalo, el anuncio de la muerte de Mora Valencia provocó gritos enardecidos de “¡fuera Peña!” y llantos entre algunos de los miles de asistentes que participan hoy en una nueva jornada de movilización por la presentación con vida de los estudiantes de Ayotzinapa.
De la Cruz señaló que para la lucha por la presentación con vida no habrá descanso, continuarán con su exigencia durante los próximas días, “no habrá vacaciones ni navidad para nosotros, no habrá tampoco vacaciones ni navidad para el gobierno”.
Condenó las amenazas del secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, respecto a liberar los bloqueos que las organizaciones sociales impulsan en la Autopista del Sol, vaticinando que su movimiento mantendrá diversas formas de lucha. Señaló que el país tiene que cambiar, debe echar abajo las “reformas asesinas que protegen a este narcogobierno”.
Entre las diversas mantas y consignas que los diversos contingentes llevan, destacan las desafiantes a la nuevas regulaciones para controlar las marchas, pues, según coreaban, con esta o con otra ley se seguirán tomando las calles.