México, 24 de junio 2018 (NOTIGODÍNEZ).- A pocos meses de concluir, el régimen usurpador del priista Enrique Peña Nieto se ha consolidado ya como el más sangriento de toda la historia, superando en el baño de sangre al de su antecesor, también espurio, Felipe de Jesús Calderón Hinojosa.
De acuerdo con el portal Sinembargo, la cifra de carpetas de investigación abiertas por homicidios dolosos asciende a 109 MIL 542 hasta mayo de 2018, superando ya -lo que parecía imposible- las 102 mil 859 con que cerró el mortífero régimen usurpador del genocida Felipe Calderón, iniciador de la mal llamada «guerra contra el narco» que desató esta barbarie.
El mes pasado, según datos del citado medio, cerró con 2 MIL 530 homicidios dolosos investigados en las procuradurías de todo el país, nueva cifra récord del actual espuriato peñista que no ha parado de romper sus propias marcas negras. La anterior, octubre de 2017, fue de 2 mil 380, que a su vez había superado a junio, con 2 mil 238, y éste a mayo de 2017 que registró 2 mil 193 asesinatos.
Cabe hacer énfasis en que estos datos se refieren sólo a carpetas de investigación abiertas, por lo que las cifras reales de homicidios deben ser incluso mayores al considerar los asesinatos que no fueron denunciados, los que no se están investigando o no estén registrados en las cifras oficiales por razones cualesquiera.
Sinembargo recordó que durante el régimen usurpador de Calderón, de diciembre de 2006 a noviembre de 2012, se registraron 102 mil 859 carpetas por homicidio doloso. En lo que va del espuriato peñista, de diciembre de 2012 a mayo de 2018, se han reportado 109 mil 542 carpetas por ese delito, 6 mil 683 más que durante el calderonato y 34 mil 965 más que en el «gobierno» del también panista Vicente Fox Quesada, que finalizó con 74 mil 577 carpetas de investigación por homicidios dolosos.
No es el único rubro delictivo en el que la «gestión» peñista superó a su antecesor. En secuestros también rompió el récord fijado por el régimen calderonista, e igualmente lo supera en cifras de robo con violencia y extorsión.
Opinión:
Aunque estas cifras son consideradas como un fracaso en la «estrategia de seguridad» emprendida por Peña Nieto, en realidad son datos bastante congruentes si consideramos que se trata de un régimen ilegal e ilegítimo, que necesitaba sembrar el terror, caos y descomposición social para sostenerse.
La presencia del Ejército en las calles para «tareas de seguridad» se interpreta mal -quizá a propósito- por los sesudos analistas en medios de comunicación, pues la intención de sacar a los soldados de sus cuarteles nunca fue proteger a los mexicanos. Por el contrario, el objetivo siempre ha sido intimidar a la población, agudizar la violencia -porque las milicias no están capacitadas para fungir como policías- y, a fin de cuentas, desmovilizar a la sociedad mientras se vandaliza la Constitución para quitar los candados que protegían la riqueza nacional, además de liquidar conquistas, derechos y garantías individuales.
En tal sentido, la «estrategia» ha sido todo un éxito y, para los impulsores de la barbarie, los números rojos sólo representan daños colaterales en el camino de convertir a México en una franquicia más de las grandes trasnacionales que, hoy por hoy, se han salido con la suya y ya son dueñas de prácticamente todo -minas, tierras, playas, agua, petróleo, etc.- a costa de un baño de sangre sin precedentes.
Con información de Sinembargo