La CNTE siempre ha entendido el problema… y los admiro mucho por ello.
Fernando Inés Carmona
La Jornada
Orizaba, Ver.- Las movilizaciones sociales por la desaparición de 43 estudiantes de la Escuela Normal Rural Raúl Isidro Burgos, de Ayotzinapa, Guerro, “demuestran el descontento y rechazo total a las políticas de criminalización de la protesta social y de los estudiantes”, también exhiben “la reprobación hacia la política económica criminal que ha generado la profunda crisis en las que se sume el país”, refiere un documento digital que representantes del Movimiento Magisterial Popular Veracruzano y de la Coordinadora Nacional de los Trabajadores de la Educación (MMPV-CNTE) enviaron a La Jornada Veracruz.
En el documento convocan a una huelga general el 1 de diciembre “para desencadenar el derrocamiento de Enrique Peña Nieto”. Señala que los diversos escenarios del país “demuestran la profunda descomposición del régimen actual y no puede ser llamado de otra forma que no sea un crimen de Estado. Una política de terror que a todas luces se ve, será aplicada contra la protesta y la movilización popular en el futuro, si no lo frenamos”.
En ese sentido, “manifestamos la necesidad de la movilización y la organización en un sentido ascendente, hasta lograr la presentación con vida de nuestros 43 compañeros normalistas y la necesidad de crear los lazos de unidad en la acción para lograr, por medio de la lucha organizada el derrocamiento de Enrique Peña Nieto de la presidencia que ostenta bajo la usurpación, así como el cambio de régimen político y el modelo económico en el país”.
Este escrito se desprende de los acuerdos que se tuvieron en la tercera reunión de Enlace Nacional en la que participaron 40 asistentes y 48 representantes de organizaciones, entre universidades públicas y expresiones disidentes internas de sindicatos nacionales e incluso comités sindicales como el de telefonistas.
Asimismo se da a conocer parte de los acuerdos concretados “para la acción conjunta y la construcción unitaria, entramos en un proceso de articulación nacional; los acuerdos de acción se deben articular como una ruta general de construcción de la Huelga Política General, planteándose a mediano plazo ubicando el mes de mayo del 2015 como su posible realización”.
Las acciones siguientes son parte de este proceso, desarrollando la acumulación de fuerzas por medio de la construcción de espacios de organización desde abajo, asambleas comunitarias, frente regionales y sectoriales, hacia la Asamblea Nacional Popular para lograr impulsar como etapas del crecimiento de nuestra fuerza la jornada nacional de lucha del 5 de noviembre y el paro cívico nacional del 1° de diciembre”.
Las acciones a las que se convocó son: 1.- Actuar a corto plazo en la Jornada Nacional de Lucha del 5 de noviembre (Paros activos, toma de instalaciones, cierre de carreteras, caminos, puentes, puertos, pasos fronterizos, marchas, mítines, plantones, volanteos, actividades político-culturales). A manera de ensayo del Paro Cívico Nacional del 1 de diciembre; 2.- Impulsar la realización del Paro Cívico Nacional el 1° de diciembre; impulsar la toma de la ciudad de México el 6 de diciembre.
Para el Paro Cívico Nacional del 1° de diciembre se debe hacer como una acción de preparación de las jornadas de lucha que permitan arribar a la Huelga Política General pasar de la resistencia a la ofensiva; por lo que se pone al centro la difusión, el convencimiento y la preparación organizada de las acciones a realizar con el objetivo de impactar la economía nacional y hacer realidad la caída del gobierno de Peña Nieto.
“Consideramos de vital importancia la consolidación de la Asamblea Nacional Popular reunida en Ayotzinapa, como un espacio de articulación nacional, con gran legitimidad y convocatoria en la lógica de converger con todos los esfuerzos y luchas que nuestros pueblos y comunidades se están dando, para lograr la convergencia en el frete único de todo nuestro pueblo de los trabajadores del campo, la ciudad y los mares, para echar abajo las criminales reformas estructurales y las terribles consecuencias del saqueo y el terror al que ha sido sometida la nación”.
Sigue el comuicado: “en la perspectiva a largo plazo, coincidimos en la necesidad de construir un nuevo gobierno, que dispute la dirección de la nación a los neoliberales, reaccionarios y fascistas que entre otras cosas han secuestrado y desaparecido a nuestros 43 compañeros normalistas”.
Los resultados de la reunión igualmente rechazan “el actual escenario de violencia y cinismo por parte del gobierno, y se agrega el rechazo, casi unánime, que la Suprema Corte de Justicia de la Nación, ha hecho de las propuestas de consulta popular en materia de Reforma Energética, cerrando así la pinza de la antidemocracia y el fascismo en México”.