Es el colmo de la desvergüenza. Así las cosas en el teatro del absurdo llamado México:
REFORMA / Redacción
Cd. de México, México (24 noviembre 2014).- El diseño de una política nacional eficaz contra la corrupción y la impunidad, que incluya sanciones ejemplares, debe ser manejada como una máxima prioridad, señaló el Consejo Coordinador Empresarial.
En su comentario semanal, Gerardo Gutiérrez Candiani, presidente del CCE, consideró que es un reclamo social que no debe quedar en un mero cambio superficial y sin alcances.
«Todos debemos asegurarnos de que no se trate de un cambio superficial y sin alcances, como ha ocurrido en el pasado, ante otras olas de reclamo social. Como principio, los entes regulados, no pueden ser los mismos que regulen. Tiene que haber autonomía efectiva, controles eficientes para prevenir y detectar, así como capacidad de investigación y sanciones ejemplares», describió el líder empresarial.
Dijo que con la publicación de declaraciones patrimoniales se han hecho esfuerzos para abonar en la transparencia, sin embargo, externó que se debe encontrar la forma de que estas medidas se repliquen, para lograr el restablecimiento de la confianza y acercamiento entre la ciudadanía, el gobierno y los partidos políticos.
Gerardo Gutiérrez Candiani comentó que los partidos políticos deben tomar medidas de transparencia para prevenir la infiltración en sus filas de la delincuencia y la corrupción.
Reiteró la necesidad de un nuevo pacto o acuerdo nacional por el fortalecimiento institucional y gobernabilidad para actuar en contra de factores como la corrupción, impunidad, injusticia y los vacíos de gobernabilidad que permiten que prolifere la delincuencia en varias zonas del país.
«La clase política, en específico, tiene que estar a la altura de este momento histórico. A México le costó mucho tener un sistema de partidos democrático, pero hoy, éstos, por igual, son vistos con enorme y creciente desconfianza por muchos mexicanos», subrayó.
Enfatizó que es el momento de parar este deterioro, que no ayuda a la sana convivencia social y a la consolidación de la democracia.