Mientras el priista Narro defiende a abogado plagiador de la UNAM, lo acusan ahora de gastar fondos públicos para sus asuntos personales

Álvaro Delgado
Proceso

MEXICO, D.F. (apro).- El escándalo por el plagio en que presuntamente incurrió el abogado general de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Raúl González Pérez, crece: El rector José Narro defendió la “honorabilidad” de su colaborador, rechazó que exista una “mafia” en la institución y censuró el desempeño de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) en el caso.

Por su parte, Enrique Carpizo Aguilar, quien detonó el escándalo al presentar una queja ante la CNDH por presunto acoso y violación de sus derechos humanos, como lo reveló este lunes la agencia Apro y el portal del semanario Proceso, ratificó que González Pérez es un plagiario, pero además –aseguró–ahora usa recursos públicos de la UNAM para defenderse de un asunto particular.

“Un acto de corrupción más del abogado general de la UNAM es utilizar los recursos de la UNAM, que son públicos, para dirimir una denuncia personal, lo que se demuestra por recurrir a la infraestructura institucional para obligarme a callar”, acusó Carpizo Aguilar tras la conferencia de prensa del martes de González Pérez, en la torre de Rectoría.

Al respecto, el rector José Narro defendió a González Pérez, calificó de “ofensa” la acusación del sobrino del exrector Jorge Carpizo MacGregor y descalificó la actuación del presidente de la CNDH, Raúl Plascencia, por actuar de manera parecida al año pasado, cuando acusó a la UNAM de no defender a una estudiante que sufrió agresión sexual de un profesor.

“Se trata de algo que será aclarado hasta sus últimas consecuencias, pero en donde simplemente lo que se está haciendo es perjudicar a dos grandes instituciones y a una persona honorable”, puntualizó Narro, quien respaldó a su colaborador en el caso de plagio y negó también que haya acoso contra Carpizo.

“Por supuesto, rechazo tajantemente cualquier situación, ya el abogado aclaró lo que tenía él que aclarar y lo único que digo yo, finalmente, es que es muy lamentable que se utilicen las instituciones y muy lamentable que se reproduzcan situaciones que ya vimos hace un año y que se aproveche de las instituciones, que se use a las instituciones para perjudicar a otras, para perjudicar a personas en específico”.

Entrevistado luego de la ceremonia del 80 aniversario del Fondo de Cultura Económica (FCE), Narro, dijo desconocer si González Pérez denunciará a Carpizo Aguilar, pero la UNAM aclara que “no hay absolutamente ningún acoso hacia una persona que, además, lastima a alguno de los grandes universitarios cuando siendo parte de su familia –así sea lejana–, se atreve él a hablar de la mafia del doctor Jorge Carpizo”.

Y preguntó: “¿Por qué no lo hizo cuando el doctor Carpizo estaba en vida? Porque se benefició de su apellido, porque se benefició de la bondad, de la bonhomía, de la actitud, del espíritu abierto y de apoyo que siempre presentó Jorge Carpizo”.

Añadió: “Me indigna, absolutamente me indigna que alguien, y más Enrique Carpizo, se haya atrevido a decir que hay una mafia en la Universidad, que hay una mafia en el Instituto de Investigaciones Jurídicas, cuyo líder fue Jorge Carpizo. Es aberrante, es indignante, nos lastima, nos lesiona enormemente, pero él tiene que ser responsable frente a su conciencia, frente a su comunidad y frente a su familia de dar cuenta”.

Sobre la actuación de la CNDH y su presidente, a cuyo cargo aspira el abogado general de la UNAM, Narro expresó que está actuando como lo hizo el año pasado en el caso de la menor de edad agredida por un profesor.

“Yo lamento: el ser humano es el único animal que se tropieza dos veces con la misma piedra. La Comisión Nacional, a través de su presidente, se ha vuelto a tropezar con la misma piedra”.

Por su parte, Carpizo Aguilar emitió un comunicado, cerca de la medianoche del martes, para responder a los señalamientos que en su contra hicieron ayer el abogado general de la UNAM y el hermano del exrector Carpizo.

“Me difaman porque me atrevo a disentir”, expuso el académico en el inicio de su comunicado en el que califica de “corrupción” que González Pérez haya usado recursos de la UNAM, que son públicos, para dirimir una denuncia personal.

Censuró también que González Pérez haya violado su derecho a la privacidad y de mis datos personales, al exhibir su historial académico para atribuirle supuestos “privilegios” como académico.

“Es aberrante que el propio González afirme que he sido beneficiado, en cuyo caso está siendo un reconocimiento de uso indebido de recursos públicos, lo que es constitutivo de responsabilidad administrativa y penal. Subrayo que no es verdad que haya hecho estancia en el extranjero con apoyo de la UNAM”.

Preguntó: “Si no he cumplido los requisitos para mi ingreso y realización íntegra de mi doctorado, ¿por qué se ha violado la ley? Esta es otra confesión de parte del abogado general.”

Agregó: “Si tengo cubículo en el Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM es en virtud de que soy investigador visitante. ¿O entonces es otra confesión de parte del abogado general que ilegalmente me hayan permitido usar instalaciones para mis investigaciones si no tuviera relación laboral alguna con la UNAM?”

Sobre el supuesto plagio en que incurrió el abogado general de la UNAM, y que dio inició al escándalo, Carpizo Aguilar afirma que González Pérez no ha exhibido ningún documento de su tesis doctoral cuyo proceso lleva varios años y es de llamar la atención que iniciara en la UNAM y ahora lo haga por una universidad de España.

Pero, subrayó, cuando el propio González Pérez dice que, en caso de usar parte de la investigación de Carpizo Aguilar, le daría el correspondiente crédito, “es claramente una confesión de parte que confirma el uso indebido de la investigación que realicé”.

Y además cuando el abogado general afirma que “por un principio elemental de ética profesional” tomó la determinación de no utilizar información alguna que hubiese sido proporcionada por Carpizo Aguilar, “confirma todavía más que había plagiado mi trabajo académico”.

En otros de los puntos de su respuesta, Carpizo Aguilar enfatiza que el abogado general de la UNAM responde su queja ante la CNDH con adjetivos descalificativos y sin datos, “con el único propósito de intimidarme y dar el mensaje de que si eso me pasa a mí que le podría pasar a cualquier universitario”.

Y enfatiza: “Si la CNDH atendió mi queja y dictó medidas cautelares, acción que le molesta al abogado general por actuar con ‘celeridad’, es porque se sabe del peligro que corro por haber solicitado aclaraciones y, por ende, cumplió con su deber en el marco de sus atribuciones y yo como quejoso aprecio que se actúe como establece la ley”.

Sobre lo expresado por Carlos Carpizo MacGregor, lo define como “una suma de denuestos y agresiones verbales” y que quienes lo conocen saben del aprecio y admiración que le tiene a Jorge Carpizo.

“Quiero dejar claro que nunca he afirmado que el doctor Carpizo fuera una mafia, sino que me cuidó de alejarme de mafias cercanas a él, pues tenía la experiencia de que muchos abusaron del poder y ahora vemos que no se equivocaba, ante casos como éste”.

Y rubrica: “No sólo no pararé en ejercer mis derechos de expresión y la defensa de mi demás derechos humanos, sino que me reservo el derecho de hacerlo con los medios que el derecho me brinda. Con esa respuesta visceral del abogado general se hace patente un ejercicio abusivo de la función pública”.

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