Mientras Mancera se atiende su «corazoncito» en clínica privada, los 31 hospitales del DF se caen a pedazos

México, 16 de febrero 2015 (NOTIGODÍNEZ).- Desde que el represor Miguel Ángel Mancera Espinosa tomó el cargo como empleado de Peña Nieto al frente del Gobierno del Distrito Federal (GDF), se ha visto muy «espléndido» con los empresarios que se están apropiando de la ciudad. En julio pasado regaló un terreno de más de 4 mil 200 metros cuadrados a Grupo Danhos, para que construyera un estacionamiento con aforo de unos mil vehículos anexo al centro comercial “Parque Delta”. Cabe mencionar que durante el desarrollo de esas obras, la constructora ocultó y destruyó hallazgos arqueológicos.

Previamente, el 26 de junio de 2014, el GDF había «donado» 150 MILLONES DE PESOS del erario capitalino para “remodelar y ampliar” el museo conocido como “Papalote, Museo del Niño”. ¿Qué tiene de particular este donativo? Que dicho museo es propiedad del criminal Grupo Bimbo. En su momento, organizaciones civiles denunciaron esta insultante entrega de recursos públicos para una empresa privada mientras a la Secretaría de Cultura del D.F. le recortan cada vez más el presupuesto.

Éstos son sólo un par de ejemplos de la intensa labor altruista de Miguel Ángel Mancera para con los oligarcas «necesitados». A la par de erigirse como el brazo represor de Peña Nieto en la capital del país, Mancera se ha caracterizado por ser el benefactor más importante de constructoras, vivienderas, operadoras de parquímetros, industriales saqueadores de agua en todos los sectores, y, claro, los proveedores trasnacionales de la desastrosa «Línea 12», beneficiados con esa obra del Metro que se perfila como la estafa más grande en la historia del Distrito Federal.

¿Y las escuelas? ¿Las áreas públicas? ¿Los hospitales? Esos no importan. Al contrario, que se caigan a pedazos lo más rápido posible para justificar su privatización.

Un reportaje del diario La Jornada balconeó el día de ayer las pésimas condiciones en que se encuentran los 31 hospitales del Sistema de Salud del GDF, pese a que desde 2013 la dependencia ha contado con un presupuesto superior a los 30 mil millones de pesos. En ocho años desde que Armando Ahued Ortega asumió la titularidad de esa secretaría, prácticamente no ha hecho NADA para mejorar los nosocomios.

Entre los rezagos detectados, el diario cita poco o nulo mantenimiento tanto a las instalaciones –algunas de las cuales tienen en promedio más de cinco décadas de antigüedad– como al equipo; falta de personal e insumos frente una creciente demanda de servicio, que asciende a más de 4 millones de pacientes.

En tanto, la nula transparencia y pobre rendición de cuentas del «gobierno» de Mancera dificulta rastrear el destino final de los recursos de la secretaría –el bolsillo de quién o quiénes–, que además recibe apoyos federales provenientes del Seguro Popular.

Durante un recorrido por diversos hospitales capitalinos, La Jornada reportó quejas relativas principalmente a la falta de mantenimiento en las instalaciones, que presentan goteras cuando llueve e inlcuso inundaciones en algunas áreas. Los servicios de urgencias en todos los casos parecen zona de guerra, con pacientes graves que, a decir de los médicos, han llegado a pasar más de 24 horas en una camilla a falta de camas. También destacan los reclamos por carencia de medicamentos.

El personal consultado denunció que cuando alguna «autoridad» los visita, trabajadores externos llegan a pintar y lavar los pisos, y hasta aparecen “por arte de magia” cobijas y sábanas nuevas. Pero cuando los «funcionarios» dan la media vuelta, el hospital regresa a la cruda realidad de enfrentar a la muerte sin camillas, equipo o medicamentos tan básicos como los que se requieren para estabilizar a un diabético.

En uno de los cuartos del Hospital de Especialidades Belisario Domínguez, es visible la falta de higiene y mantenimiento en los hospitales del Goberno del Distrito Federal. Foto: La Jornada

En el mismo sentido, comentaron que durante época electoral se realizan algunas obras que en realidad son sólo “cambios cosméticos” y “remiendos” inútiles a las fachadas de los inmuebles. Es el caso del Hospital General Xoco, construido hace 53 años, que por fuera parece que se ha modernizado pero en su interior hay mobiliario que data de la época de su fundación, se pueden ver baños y áreas de sépticos (donde se guardan los cómodos) sin puertas, así como aparatos descompuestos por doquier. Los doctores denuncian que apenas cuentan con el material “elemental para operar”.

Otros casos mencionados por La Jornada, como el Hospital General Enrique Cabrera o el Materno-Infantil Milpa Alta, reportan goteras e inundaciones frecuentes. El Belisario Domínguez, inaugurado en 2005, presenta una fuga de agua desde hace más de dos años por un aparto descompuesto; también carece de insumos suficientes y los doctores tiene que comprar sus propios baumanómetros.

En las mismas condiciones trabajan los médicos del Hospital General Ajusco Medio, el Rubén Leñero e incluso los nosocomios de reciente creación, que disponen de equipo moderno pero insuficiente para atender la alta demanda.

En noviembre pasado, el pobrecito Miguel Ángel Mancera tuvo que ser sometido de emergencia a una cirugía de corazón abierto, por un problema de arritmia cardíaca. ¿Se atendió en alguno de los hospitales arriba mencionados? Por supuesto que no. El «gobernante de izquierda» llegó corriendo al Centro Médico ABC, un costoso hospital privado ubicado en la delegación Álvaro Obregón para los ricachones de la ciudad. Ahí salvó la vida con atención médica de primera –todo pagado por los capitalinos– y hasta su patrón priista Osorio Chong envió médicos militares para asegurarse que «todo saliera muy bien».

¿Por qué Mancera no acudió al Hospital General de Xoco o al Rubén Leñero? Porque es títere del usurpador Peña Nieto, NO TARUGO.

Los tarugos son otros… que lo siguen manteniendo donde está.

Con información de La Jornada

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2 comentarios:

  1. desde que tengo uso de razón, los hospitales se encuentran en pésimas condiciones de higiene, equipos descompuestos, falta de medicamentos,instrumental oxidado e inservible, los médicos trabajando de una forma heroica así como las enfermeras, mientras que estos malnacidos se llenan los bolsillos, aunado a lo anterior al personal medico lo contratan como personal de honorarios, sin pagar la especialidad, vacaciones ni aguinaldos.

  2. MINTRAS LAS CAMARAS Y QUIENES NOS «REPRESENTAN» NO CUMPLAN O SE LES DESTITUYA VALE GORRO TODO LO QUE SE LES CRITIQUE; DEBEMOS TOMAR ACCIONES DE VERDAD. ATTE J.A.
    R.T. P.D. PIN………………… GOBERNANTES MONTON DE LADRONES.

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