ARTURO DE DIOS PALMA
La Jornada
Chilapa, 5 de octubre. Ante la desidia de las autoridades educativas del estado, unos 40 alumnos de la telesecundaria Caritino Maldonado Pérez, en la comunidad de Atzcualoya, continúan, como desde hace 20 años, tomando clases en chozas de carrizos, con techo de lámina, con piso de tierra y, peor, sin luz eléctrica ni televisor, como lo exige el modelo educativo.
Unos 40 alumnos de la telesecundaria Caritino Maldonado Pérez, en la comunidad de Atzcualoya, continúan, como desde hace 20 años, tomando clases en chozas de carrizos, con techo de lámina y piso de tierra; sin luz eléctrica ni televisor, como lo exige el modelo educativo. FOTO: ARTURO DE DIOS PALMA
Los 40 estudiantes de esta telesecundaria son provenientes de cinco pueblos. Todos indígenas. La escuela es atendida por ocho profesores. Esta telesecundaria no es más que un cuarto de palos de carrizos, con techos de láminas de aluminio y con piso de tierra, sin baños ni sanitarios. Acá no se asoma por ningún lado un pedazo de pavimento.
Pero el colmo: no cuenta con luz eléctrica, ni televisor, ni internet satelital, ni pizarrones multimedia, para cumplir las funciones mínimas que dicta el modelo de telesecundarias.
La telesecundaria Caritino Maldonado Pérez fue fundada por el profesor Agustín Muñiz Casarrubias, y desde entonces se mantiene intacta: ningún gobierno de ninguno de los tres órdenes les ha construido algo que dé la idea que ahí es una escuela.
Hasta hace tres años obtuvieron espacio propio. Habitantes de la comunidad compraron el terreno donde actualmente están sus instalaciones. El espacio está pegado al borde del río que atraviesa el pueblo.
Antes, durante 17 años, se la pasaron rentando distintas casas para tener un espacio donde dar clases.
La construcción de la escuela no es por falta de interés de los padres de familias o profesores.
Policardo Núñez Flores, profesor de uno de los tres grupos, cuenta que las solicitudes antes el Instituto Guerrerense de la Infraestructura Física Educativa (Igife) del gobierno del estado, y ante el Comité Administrador del Programa Estatal de Construcción de Escuelas (Capece) para la construcción de aulas, han sido muchas. La respuesta es nula.
Núñez Flores dice que desean tener una construcción que les permita realizar sus funciones mínimas como profesor. También, dice, desea que la Secretaría de Educación Guerrero (SEG) los atienda y les facilite el material didáctico indispensable.