AP y AFP
Manifestantes se enfrentan con la policía en el centro de Bruselas, este jueves. Foto Reuters
Bruselas. Decenas de personas resultaron heridas este jueves en un enfrentamiento entre policías y manifestantes durante la protesta nacional contra las reformas del gobierno belga, que reunió a más de 100 mil personas en esta ciudad.
Los incidentes empezaron momentos antes de que concluyera la marcha sindicalista que atravesó la capital.
Según la agencia de noticias Belga, estibadores y metalúrgicos destrozaron varios automóviles, incendiaron motocicletas y lanzaron piedras contra la policía, la cual respondió con cañones de agua y bombas de gas lacrimógeno.
Aún se desconoce el número de heridos, de vehículos dañados o de personas detenidas.
«Ellos están golpeando a los trabajadores, a los desempleados. No están buscando el dinero donde deben, con las personas que tienen montones de dinero», dijo Philippe Dubois, quien acudió a la protesta.
La marcha inicia una campaña de un mes convocada por los sindicatos en contra de la coalición gobernante, favorecedora de los empresarios, y que culminará con una huelga nacional el 15 de diciembre.
La oposición socialista, los ecologistas y la extrema izquierda denuncian en particular la decisión de desindexar los sueldos y subsidios sociales de la evolución de precios a partir de 2015.
La otra medida criticada es posponer hasta los 67 años la edad mínima para jubilarse a partir de 2030, en vez de 65 actualmente.
Los recortes alcanzan también a sectores específicos como la cultura, los funcionarios o la investigación. En total, el gobierno espera ahorrar 11 mil millones de euros.
Aunque el jueves se planeaban negociaciones mediadas por el gobierno entre empresarios y sindicatos, el líder sindical socialista Rudy De Leeuw se comprometió a continuar con las protestas durante semanas.
El gobierno dice que está obligado a impulsar estrictas medidas de austeridad para mantener el déficit presupuestario en línea con las exigencias de la Unión Europea e insiste en que las empresas necesitan políticas fiscales más flexivas para ser más competitivas en el mercado global.