México, 2 de noviembre 2015 (NOTIGODÍNEZ).- La versión que circulaba sobre un diagnóstico de «estado vegetativo» del normalista de Ayotzinapa Aldo Gutiérrez Solano, uno de los estudiantes atacados por fuerzas del Estado [usurpado] la noche del 26 de septiembre de 2014, fue confirmada hoy por especialistas extranjeros.
De acuerdo con el diario La Jornada, neurólogos de Cuba y Costa Rica que practicaron una valoración médica al joven estudiante, quien fuera baleado en la cabeza durante el ataque de aquella noche fatídica, determinaron que se encuentra en «estado vegetativo» como habían diagnosticado médicos del Instituto Nacional de Neurología.
Los doctores Calixto Francisco Machado Curbelo y Mauricio Chinchilla Acosta, que llegaron de Cuba y Costa Rica respectivamente a petición de los familiares del normalista, informaron en su reporte que Aldo Gutiérrez sufrió un extenso daño encefálico originado por el impacto de bala. Para ello, los galenos extranjeros practicaron diversos estudios clínicos al estudiante.
“La información obtenida por datos clínicos y paraclínicos respalda el diagnóstico del estado vegetativo, mismo que concuerda en su totalidad con el emitido por el Instituto Nacional de Neurología y Neurocirugía Manuel Velasco Suárez”, señala el reporte médico citado por La Jornada.
El impacto de bala que Aldo Gutiérrez Solano recibió en la cabeza, habría destruído hasta 65 por ciento de su cerebro, de acuerdo con un diagnóstico preliminar.
Según el relato de los normalistas sobrevivientes, Aldo fue uno de los primeros heridos cuando el convoy de autobuses en que viajaban fue atacado, pues descendió de uno de ellos para retirar una patrulla municipal que obstruía el trayecto. En ese momento, recibió un balazo en plena cabeza.
El estudiante herido habría permanecido sin atención médica durante varias horas, luego de que el ataque se prolongara hasta parte de la madrugada del 27 de septiembre.
Dos normalistas murieron en el lugar de los hechos, también por los disparos de arma de fuego que recibieron: Daniel Solís Gallardo y Julio César Ramírez Nava. Un tercer normalista, Julio César Mondragón Fontes, fue secuestrado y posteriormente desollado. Su cuerpo fue hallado al día siguiente.
En tanto, se desconoce el paradero de otros 43 normalistas secuestrados por policías municipales y federales, a más de un año de aquellos hechos violentos. Aunque el régimen usurpador asegura que fueron asesinados y sus cuerpos incinerados en un basurero de Cocula, comunidad cercana al municipio de Iguala, Guerrero, donde fueron atacados, expertos de todo el mundo han desmentido esa versión.
Con información de La Jornada
