México, 22 de febrero 2019 (NOTIGODÍNEZ).- El criminal Grupo Televisa parece incapaz de frenar su estrepitosa caída, por más que su propietario, el magnate Emilio Azcárraga Jean, se desbarate en lisonjas y lambisconerías al presidente Andrés Manuel López Obrador, mendigando su simpatía y buscando atraer algo de su popularidad.
De acuerdo con la Agencia Proceso (Apro), las acciones de Televisa se desplomaron más del 7 por ciento en la Bolsa Mexicana de Valores (BMV), luego de que la empresa reportara una caída en su utilidad durante el último trimestre del 2018.
Al mediodía de hoy viernes, según detalla el medio aquí citado, las acciones de la televisora presentaban la mayor variación a la baja en las cifras de la BMV, al ofertarse en 45.75 pesos por título.
Devorada por los nuevos servicios de «entretenimiento» por Internet, entre ellos Netflix, Clarovideo -de Carlos Slim- e incluso plataformas como Youtube, la empresa ha visto sus ventas desplomarse y caer estrepitosamente sus utilidades en el último trimestre.
Según el medio aquí citado, Televisa reportó una utilidad neta de 56.5 millones de pesos durante el cuarto trimestre de 2018, cifra que representa una caída del 83.6 por ciento respecto de las ganancias que obtuvo en el mismo periodo de 2017, cuando reportó 343.3 millones de pesos.
Apro confirmó que el agudo decremento se debe a una disminución en las ventas por publicidad del grupo durante el mencionado trimestre, que se contrajeron en 3.7 por ciento respecto del mismo periodo de 2017, causado esto a su vez por una disminución sustancial en la publicidad vendida a entidades de gobierno, según el propio informe de la empresa citado por Apro.
En dicho informe dirigido a sus inversionistas, la empresa considera que «una separación de sus unidades de negocio no agregaría valor para sus inversionistas, aunque una nota de la agencia Reuters cita una declaración de Alfonso de Angoitia, en la que asegura que la empresa sigue abierta a acuerdos.»
Esta semana, durante un efímero encuentro que sostuvo con Andrés Manuel López Obrador, presidente de la República, Emilio Azcárraga reveló que el partido de futbol celebrado la víspera entre un equipo de su propiedad, las Águilas del América, y los Pumas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) -equipo predilecto del tabasqueño-, fue arreglado para que el segundo ganara como una lisonja al primer mandatario.
«Perdimos contra Pumas porque queremos quedar bien con usted», le dijo Azcárraga a López Obrador, medio en broma y medio en serio, a su llegada la reunión del Consejo Mexicano de Negocios el pasado lunes.
Opinión:
Entre broma y broma, la verdad se asoma… DESCARADAMENTE. El cambio de estrategia «política» de Televisa y Azcárraga se volvió muy obvio particularmente durante las campañas electorales, donde, contrario a su costumbre, la empresa no intervino ni buscó sesgar las preferencias hacia sus candidatos naturales, Anaya y Meade. Si acaso mostró parcialidad, fue en favor del propio AMLO. Pero sus maniobras lastimeras llegan demasiado tarde y no alcanzarán para salvarla.
Aquí el problema es que la caída de Televisa no se está dando por una fuerte reacción de conciencia de los mexicanos, sino porque éstos han diversificado sus opciones de embrutecimiento -que no «entretenimiento». Lejos de boicotearla por haber desinformado, manipulado y engañado por décadas a sus audiencias, la gente ha dejado de ver Televisa porque ahora prefiere enajenarse a través de Internet. Aunque existe un componente de hartazgo contra la televisión abierta en general, el cambio que vemos radica en la comodinidad -que no «comodidad»- e inmediatez que proveen servicios como Netflix o Clarovideo para fugarse de la realidad. Triste, muy triste, pero cierto…
Con información de Proceso