Emir Olivares Alonso
La Jornada
México, DF. Nueve presos políticos que están internados en reclusorios del Distrito Federal y Puebla iniciaron a partir del primer minuto de este primero de enero una huelga de hambre indefinida con el objetivo de señalar ante la opinión pública las irregularidades en sus respectivos procesos y la «escalada de violencia» en el país.
Así se informó en conferencia de prensa en el plantón en solidaridad con las familias de los normalistas de Ayotzinapa que diversas organizaciones instalaron desde el lunes pasado frente a la sede de la Procuraduría General de la República, donde varios de sus integrantes en un acto de solidaridad con los presos políticos realizan un ayuno de 12 horas que iniciaron este jueves a las 8 de la mañana.
Los presos que realizarán la huelga de hambre son: Bryan Reyes y Fernando Bárcenas, recluidos en el reclusorio norte, el primero acusado de un intento de asalto a una policía federal y el segundo sentenciado por aparentemente haber participado en la incineración de un árbol público de Navidad el año pasado; Alejandro Jessy Montaño y Luis Sotelo, presos en el reclusorio sur, acusados de presuntamente haber participado en disturbios, Montaño durante las manifestaciones del 1 de septiembre del año pasado y el segundo por la quema de una unidad de Metrobus en las inmediaciones de Ciudad Universitaria.
También se sumaron a la huelga de hambre cuatro integrantes del Movimiento por una Cholula Viva y Digna detenidos en manifestaciones en favor de la conservación de la zona arqueológica de Cholula, Puebla, ellos son Adán y Paul Xicali, y Pione y Albino Tlachi. Así como Rubén Sarabia Sánchez “Simitrio”, de la Unión Popular de Vendedores y Ambulantes 28 de Octubre, recluido en un penal de Puebla acusado de secuestro y robo de auto.