México, 17 de julio 2018 (NOTIGODÍNEZ).- Cuando el barco se hunde, las primeras en huir son…
René Juárez Cisneros, «senador» con licencia y, hasta ayer, líder nacional del Partido Revolucionario Institucional (PRI), renunció a la dirigencia de ese instituto político dejándolo prácticamente en quiebra y sin haber cubierto el pago de sueldos a los trabajadores del partido.
Ayer por la tarde, Juárez anunció en conferencia de prensa su renuncia tras haber consultado al actual usurpador de la Presidencia, Enrique Peña Nieto, y luego de dos meses como relevo de Enrique Ochoa Reza, ex «director» de Comisión Federal de Electricidad y actualmente diputado federal electo por la vía plurinominal.
De acuerdo con el diario Reforma, Ochoa Reza y el propio Juárez Cisneros dejaron al PRI sumido en una crisis económica sin precedentes. Como siempre, serán los humildes trabajadores del partido quienes paguen los platos rotos.
Según el citado medio, René Juárez se habría reunido con militantes priistas previo a la conferencia de prensa en la que anunció su renuncia, reconociendo que el partido se había quedado sin recursos hasta para pagar la quincena de sus trabajadores.
“En la plática comentó cómo veía las cosas en el partido, que los tiempos por venir eran muy difíciles y que no tenía dinero ni para pagar la quincena”, confío a Reforma uno de los asistentes en el encuentro con expresidentes del PRI.
Juárez Cisneros se perfila ahora como coordinador parlamentario de la disminuida fracción priista en la cámara baja del Congreso de la Unión, donde será mantenido por los mexicanos junto a su predecesor en la dirigencia priista, Ochoa Reza, ambos señalados por las juventudes priistas como los responsables de la derrota electoral del pasado 1 de julio.
Al frente del Comité Ejecutivo Nacional (CEN) del PRI, ha quedado Claudia Ruiz-Massieu Salinas, hija del también exdirigente priista José Francisco Ruiz-Massieu -asesinado en 1994- y sobrina del exusurpador Carlos Salinas de Gortari.
Cabe recordar que durante las campañas electorales, el PRI fue descubierto en una operación millonaria de compra de votos en plenas instalaciones de su sede nacional en la Ciudad de México, donde cientos de personas hicieron fila para vender fotocopias de su credencial de elector por 500 pesos.
Poco tiempo después, en vísperas de la elección, dos hombres empleados de una empresa de traslado de valores fueron capturados con 20 MILLONES DE PESOS EN EFECTIVO que entregarían en las oficinas del CEN del PRI.
La agresiva operación de compra de votos a nivel nacional no tuvo impacto alguno en el resultado de la elección, respetado por un presunto pacto entre el candidato ganador, Andrés Manuel López Obrador, y el usurpador Peña Nieto.
Con información de Reforma