DPA
San Francisco. Las fiscalías de San Francisco y Los Angeles demandaron a la polémica plataforma de vehículos compartidos Uber, a la que acusan de engañar a sus clientes con datos falsos sobre controles de seguridad.
Según las acusaciones, Uber -de origen estadunidense- cobró incluso una tasa de un dólar por propocionar una seguridad especial.
La aplicación, que permite conectar vehículos particulares con viajeros a través de Internet, presumía de examinar a sus conductores mejor que el resto de la competencia, argumenta la acusación, presentada a última hora del martes. Sin embargo, al contrario que otros servicios de taxi, Uber no comprobaba las huellas dactilares de sus conductores, por lo que sus examenes eran menos minuciosos.
Según la acusación, los datos personales de los conductores que prestan servicios con Uber apenas tienen valor. Además, tampoco se puede asegurar de forma inequívoca que los datos pertenecen a los conductores. El rival de Uber Lyft tuvo que pagar una multa de 500 mil dólares por acusaciones similares.
Por otro lado, también se acusa a Uber de cobrar injustamente una tasa de cuatro dólares en los trayectos al aeropuerto de San Francisco. La empresa lo consignaba como supuesto impuesto para el aeropuerto, pero como Uber no tienen ningún contrato con este, ese dinero se lo quedaban los conductores.
Además, Uber no habría sometido a certificación por parte de las autoridades californianas la aplicación con la que se contabilizan los kilómetros recorridos.
Estas acusaciones son el último capítulo de una serie de encontronazos de Uber con la Justicia. Un juez de Madrid ordenó el martes el cese de la actividad de Uber en todo el territorio español, al considerar que supone competencia desleal ya que carece de autorización administrativa.
La decisión del juez español es similar a la dictada en agosto por la Audiencia Provincial de Fráncfort, que prohibió a Uber actuar en Alemania. Poco después, el tribunal alemán la anuló al considerar que no era urgente decidir sobre la disputa entre el colectivo de taxistas alemanes y la empresa estadounidense. Aun así el servicio está prohibido por ahora en Berlín y Hamburgo.
La compañía se encuentra además inmersa en un conflicto en India, donde la policía abrió el martes una investigación en su contra después de que una clienta denunciara haber sido violada por un conductor de la empresa.