Evlyn Cervantes
Reforma
Cd. de México (31 mayo 2014).- La Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) tiene identificadas 108 zonas críticas de tala clandestina en el País.
Según reportes de la dependencia, el principal foco rojo se ubica en la Reserva de la Biósfera de la Mariposa Monarca, que abarca 10 Municipios del Estado de México y Michoacán.
Este año, en estos sitios se han asegurado más de 10 mil metros cúbicos de madera cortada de forma ilegal.
Otras entidades en las que se han realizado decomisos significativos en lo que va de la actual Administración son las de la frontera sur –Campeche, Chiapas, Quintana Roo, Tabasco y Yucatán–, además de Nayarit, Colima, Tlaxcala, Hidalgo, Morelos y Veracruz.
Tan sólo en 2012, estima la Profepa, la tala ilegal afectó 150 mil hectáreas de bosque en territorio nacional.
Sergio Madrid, director ejecutivo del Consejo Civil Mexicano para la Silvicultura Sostenible (CCMSS), advirtió que el problema de la tala clandestina es mucho mayor de lo que reflejan las cifras oficiales.
«La Profepa ha concentrado su atención en ir a verificar a los que ya tienen permiso o a atender denuncias, mientras afuera están pasando docenas y docenas de camiones con madera ilegal», señaló en entrevista.
En el Programa Nacional Forestal 2014-2018, publicado este mes, se advierte que la madera ilegal representa 30 por ciento del volumen anual autorizado de producción en el País.
La tala ilegal, indica, se asocia a factores como la insuficiente capacidad operativa para garantizar la aplicación de la ley, problemas de tenencia de la tierra, restricciones para participar en la actividad forestal, corrupción y, más recientemente, delincuencia organizada.
«Las inspecciones en los centros de almacenamiento y transformación de materias primas forestales no son las suficientes», reconoce.