Racismo y clasismo mustios

La Jornada

La expresión de la discriminación en México es un algo sordo, generalizado y desde luego intenso. En la página 12 de esta edición se da cuenta de la historia de un hombre totonaco, fundador de la primera escuela de voladores, parapléjico por un accidente y que llevó la ceremonia de la fertilidad a Europa y Estados Unidos.

La discriminación en México es singular, se da entre personas iguales en el mestizaje pero con cargas motivacionales raciales. La pobreza, tan frecuentemente invisibilizada, se condena no con elaboraciones de clase sino de raza. Un mestizo discrimina a otro mestizo por su condición de pobre llamándolo indio. No pobre. Un pueblo fundamentalmente formado por personas de piel morena suele descalificar o señalar a otros por tener un tono de piel más oscuro. En la misma línea está la puntualización de quien se describe a sí mismo como de piel morena clara y no simplemente morena.

Las razones de ello son múltiples y de variadas combinaciones. No siempre sencillas de sintetizar. Buena parte del reflejo discriminatorio deriva de la interiorización sin crítica de patrones de imitación extralógica. Algo parecido a la obsesión nacional por distinguirse con un título. Para ser alguien de razón se precisa de un título que, antes que un aval de capacitación o académico, se ha convertido la forma de ser gente de razón. Tal y como sólo lo eran los marqueses y los condes, y los gentilhombres y los blancos conquistadores, portadores de algún título nobiliario.

Si bien es cierto que en las últimas dos décadas se ha avanzado en la construcción de un orden y valores sociales sustentados en la tolerancia, también lo es que el resultado del esfuerzo es menos que marginal. De otra forma o se explica al gobernador de Chiapas, Manuel Velasco Coello, haciéndose cargar en andas por indígenas de los altos. La discriminación es presente y actuante todos los días en todos los niveles de la convivencia social y política del país. Se crean institucionales formales ad hoc que sirven de nada o punto menos porque el país apenas si cuenta con un sistema educativo deficitario y emproblemado.

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