Redacción / Sinembargo
Ciudad de México, 9 de septiembre (SinEmbargo).– El Gobernador de Sonora, Guillermo Padrés Elías, está metido en un nuevo escándalo. Como si el derrame de químicos en Cananea, que afecta a media docena de municipios, no fuera suficiente.
Agricultores y pobladores dicen que tiene un rancho con presa propia y varios pozos –ilegales, según la denuncia–, mientras que el resto de las comunidades no tienen agua ni para beber.
Padrés Elías lidia esta denuncia con las otras, las que lo señalan como sospechosamente complaciente ante la mina de Cananea, de Grupo México. Hoy dijo que su rancho familiar no utiliza el agua de la presa construida sobre el Río Manzanal, en el municipio de Bacanuchi, como lo señalaron pobladores.
Pero los pobladores insisten en que en la propiedad del Jefe del Ejecutivo estatal hay una presa ilegal y que además hace uso de seis pozos, mientras que la mayoría de los habitantes de la zona tiene problemas para acceder al vital líquido.
Denunciaron a medios de comunicación que mientras unos 22 mil habitantes aledaños al caudal del río Sonora padecen de falta de agua debido al derrame de tóxicos de la mina Buenavista del Cobre, cerca del área más afectada, el Gobernador panista tiene acceso a una presa supuestamente ilegal de 4 millones de metros cúbicos de agua limpia y pozos por casi 3 millones de metros cúbicos al año que abastecen a su rancho “Pozo Nuevo”.
Ante estas acusaciones, Padrés aseguró en una entrevista con Denisse Maerker que la cortina de concreto de 120 metros de largo y 80 de alto que construyó en 2010, únicamente sirve como represo, retiene el agua momentáneamente.
Señaló: “Esa agua no se utiliza para nada, en ninguna actividad, más que agarrar el cauce del río, esa agua ahorita se está yendo hacia donde se debe de ir”.
Habitantes del ejido de Bacanuchi señalaron que la disponibilidad de agua bajó desde la llegada de Padrés al gobierno de Sonora y con la construcción de una presa.
Esa presa, aseguran los pobladores de los alrededores al rancho, fue construida sin permisos.
Además, se suma a los seis pozos de uso agrícola, registrados a nombre de Guillermo Padrés Dagnino y Miguel Padrés Molina, hijo y sobrino del Gobernador respectivamente, de los cuales se extrae 3 millones de metros cúbicos de agua.
Ramón Aguirre, presidente del ejido de Bacanuchi, aseveró a Reforma: “Nos han secado los pozos, el señor Gobernador perforó algunos pozos allá arriba y nos afectó pa’ acá, y la poquita agua que teníamos del río ahora ya no sirve”.
Los habitantes también señalaron que el rancho se ha ido transformando, pues en cuatro años, la propiedad pasó de ser un agostadero con mezquitas a una huerta agrícola electrificada, con una presa particular, donde además se dice que hay 300 hectáreas de nogal alimentadas con sistema de riego por goteo.
El delegado de la Comisión Nacional del Agua (Conagua) en Sonora, César Lagarde Lagarde, informó sobre la presa que se construyó en el rancho de Padrés: “Esta obra está simple y llanamente en el terreno de la ilegalidad”.
FEDERACIÓN NO ATIENDE DERRAME
El Gobernador Guillermo Padrés Elías aseguró que solicitará la sanción y el despido de los delegados federales que no atendieron a tiempo el derrame de tóxicos en los ríos sonorenses.
“Exigimos pues que se le cumpla, repare el daño que se le ha hecho a los más de 23 mil habitantes de la cuenca del Río Sonora que están pasando por momentos muy difíciles”, dijo en conferencia de prensa citada por diarios locales.
“En segundo término, después de mencionar mi enérgico llamado de que se traiga a cuentas a los delegados que omitieron hacer su trabajo, también solicitar como lo haremos en el transcurso del día por escrito a la federación, que se nos habilite los recursos necesarios para poderle hacer frente a este problema en tanto Grupo México responde puntualmente por el daño que ha hecho”, agregó Padrés.
Durante la tarde de este martes, el Gobernador Guillermo Padrés reiteró su señalamiento contra los delegados federales.
“Como Gobernador de Sonora, no considero válidos a representantes de PROFEPA, CONAGUA y SEMARNAT, por su negligencia ante desastre minero”, escribió.
Agregó que su administración está del lado de los sonorenses y seguirán luchando “para salvar al río”.
Ayer, el mandatario sonorense, ante los cuestionamientos que delegados federales le hicieron a raíz de la información difundida de su rancho, evadió el tema y en su lugar culpó a la Federación de dejar sola a su administración ante la tragedia ambiental por el derrame de tóxicos en los ríos Sonora y Bacanuchi.
Denunció: “No vemos la presencia del Gobierno federal ahí ayudando para minimizar el problema de los daños de los productores”.
“Cada día escala más el daño que está haciendo, y no vemos esa respuesta que llegue el gobierno federal a ayudarnos, la verdad es que sí veo esto muy grave y no vemos las medidas conducentes para poder decir qué están haciendo para que no vuelva a suceder esto en nuestro País”, agregó Padrés.
Además refirió que se ha dañado mucho a los productores y se dijo indignado porque no se están tomando las acciones para que no vuelva a suceder y para ayudar al Río Sonora.
Padrés culpó al Procurador Federal de Protección al Ambiente, Guillermo Haro Bélchez, por no prevenir la tragedia, incluso lo instó a que renuncie si no tiene la capacidad, “cómo pudo él dejar que sucediera algo tan grave”, dijo.
“Estoy indignado, me preocupa mucho la incapacidad que ha tenido en este caso el Procurador del Medio Ambiente de no detectar a tiempo ese problema tan grave de la contaminación que nos causaron”, agregó.
Finalmente señaló que a más de un mes de la tragedia, únicamente ha platicado en dos ocasiones con el Secretario del Medio Ambiente y una con David Korenfeld Federman, el titular de la Comisión Nacional del Agua.