Gerardo Fernández Noroña
No creo que Roberto Servitje de Bimbo, una de las empresas que evade el pago de sus obligaciones fiscales pagando entre 1.5 y 2% de impuesto sobre el producto de la renta, carezca de seres queridos. Si tuviera por lo menos un hijo que hubiese desaparecido hace casi cuatro meses y el responsable de la desaparición fuera un grupo policiaco, hubiese participado el ejército en su desaparición y el gobierno federal ocultara toda información sobre lo que le sucedió a su vástago, Servitje no declararía que al caso «se le ha dado una dimensión que no tiene».
Si su hijo o hija fuese el desaparecido, Servitje estaría furioso, exigiendo resultados o la renuncia de Enrique Peña Nieto y claro hay que decirlo, el Señor Servitje de BIMBO tendría razón.
¿Por qué le cuesta entonces tanto trabajo entender la gravedad de la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa? ¿Por qué no se indigna de que tres normalistas hayan sido asesinados la noche del 26 de septiembre, uno de ellos brutalmente torturado antes de ser ultimado? ¿Por qué cree que sólo su parentela tiene derecho a vivir? ¿Por racismo? ¿ Por clasicismo? ¿Por la voracidad que les mueve a acumular riqueza de manera absurda, irracional, inhumana? ¿Sólo su descendencia vale la preocupación, el reclamo, la protesta, la crisis política? ¿Se necesita ser Servitje para poder indignarse con derecho y con pasión?
Cuando durante el gobierno de Echeverría fue asesinado Eugenio Garza Lagüera, considerado el ideólogo y líder principal del empresariado nacional, la reacción de la iniciativa privada fue durísima contra el presidente de la República. Pusieron en crisis al gobierno de Luis Echeverría y eso que en aquel tiempo cuestionar al presidente era impensable. No tengo ni tiempo ni ganas de buscar la reacción de los Servitje frente al citado asesinato, pero estoy seguro que fue virulenta y de fuerte indignación y que buscó desestabilizar al gobierno priísta de entonces.
Frente al crimen de Estado que implica la desaparición de los 43 estudiantes de Ayotzinapa, Servitje repite las mismas necedades que Enrique Peña Nieto, que hay quien busca desestabilizar el país. No entiende, ni quiere entender, que el hartazgo del pueblo de México es enorme frente al baño de sangre, la impunidad, la mentira, la corrupción, los negocios al cobijo del poder, la miseria, el hambre, la desesperanza y una larga lista de etcéteras y que, la barbarie cometida con los normalistas de Ayotzinapa la noche del 26 de septiembre, ha sido la gota que derramó el vaso y cimbró la conciencia nacional.
Él es un privilegiado del sistema. Se le ha consentido y apoyado en la construcción de un monopolio del pan industrializado en México y ello lo ha convertido en una transnacional del ramo. Mientras la inmensa mayoría de sus trabajadores ganan sueldos miserables y pagan impuestos por el orden del 30% sobre el producto la renta, él no paga casi nada.
Servitje, como Peña, no tienen «llenadera». Son y representan lo mismo. Su insensibilidad frente al dolor humano, frente a la pérdida de 43 muchachos muy jóvenes que querían ser maestros, es monstruosa. No le mueve nada más allá de la acumulación de miles de millones de pesos. Es mejor que se dedique a lo que sabe hacer: pan industrializado de dudosa calidad, seguramente producido con transgénicos, a la acumulación de riqueza con base a la superexplotación de sus trabajadores y a prácticas monopólicas en los mercados nacionales y en los otros que participa en el mundo. Aunque sería muy bueno también que cumpliera sus obligaciones fiscales y sociales: pagara sus impuestos, otorgara un contrato colectivo de trabajo y buenos salarios a sus trabajadores y produjera alimentos que verdaderamente lo sean y que reserve sus opiniones fascistas para las reuniones de confianza con sus similares.
«El pueblo tiene derecho a vivir y a ser feliz»
Gerardo Fernández Noroña. México D.F. a 16 de enero de 2015.
si la gente estudiara las materias primas haria sus propios productos y no compraria porquerias
¿lo opina una de las personas que se está beneficiando del alboroto de más?
Bimbo ha hecho más grande al país, ha dado muchos empleos y fuentes de estabilidad económica, social y cultural.
Todos estamos cansados del país como está, queremos algo mejor pero cuando le dejemos de echar la culpa a los demás y nos hagamos responsables nosotros mismos, se verá el cambio.
Haz comparado los sueldos de las empresas similares a las actividades delos trabajadores de bimbo para que digas q los sueldos son míseros? Y por si no lo sabes los trabajadores sindicalizafos tienen un contrato colectivo superior al de las empresas con actividades similares, Bimbo es lo q es su gente,gente trabajadora.
jajaja y a todo esto Servitje que tiene que ver?? es increíble que citen hechos históricos y no realicen investigaciones sobre la persona involucrada. El poder de la información es valida siempre y cuando este fundamentada.