La justicia capitalista consiste en «multas», es decir, pasar a las autoridades una tajada de lo robado y asunto olvidado. En otras palabras, PAGAR POR DELINQUIR.
AFP
Audi, la marca de alta gama del fabricante alemán Volkswagen, informó este lunes que su empresa conjunta en China «aceptará» una sanción de las autoridades después de que saliera a la luz de que está siendo investigada por «prácticas monopolísticas» en el país.
Las investigaciones de los reguladores en el provincia de Hubei (centro) han identificado «violaciones a la legislación (china) antimponopolio» en la red de concesionarios Audi, subraya la división China de Audi en una declaración a la AFP.
La empresa afectada, FAW-Volkswagen, «cooperó estrechamente con la investigación y aceptará la sanción», agregó el grupo.
FAW-Volkswagen, fue creado conjuntamente por el grupo alemán y First Automotive Works (el tercer fabricante chino) para fabricar el Audi en China.
La poderosa Comisión Nacional para la Reforma y el Desarrollo (NDRC), una de las autoridades nacionales de la competencia, acusó la semana pasada a Audi y al estadounidense Chrysler (grupo de Fiat Chrysler) de «prácticas monopolísticas».
«Estas dos empresas (…) serán sancionadas conforme a la ley», dijo, precisando que investigaba desde hace dos años al sector automovilístico.
En la declaración enviada por Audi China, no se precisa si el grupo reconoce los hechos que se le imputan.
La NDRC no ha proporcionado detalles sobre los hechos que se reprochan a estos fabricantes.
El regulador también anunció investigaciones al alemán Mercedes (grupo Daimler) y a otras 12 empresas japonesas.
El año pasado, los reguladores chinos empezaron a realizar exhaustivas investigaciones sobre las prácticas comerciales de los grandes grupos extranjeros, en particular, los laboratorios farmacéuticos, fabricantes de leche infantil o más recientemente, las firmas informáticas y de nuevas tecnologías.
Las autoridades habían manifestado su preocupación sobre los precios de los vehículos y las piezas, considerados como exageradamente altos.
Varios fabricantes, en el ojo de mira de las autoridades —Mercedes-Benz, Audi, Chrysler, Jaguar Land Rover— se precipitaron en las últimas semanas a anunciar drásticas reducciones de precios de venta en China de las piezas, o incluso de algunos modelos de vehículos.
Y es que lo que está en juego no es baladí. Las ventas en el mercado automovilístico chino, dominado por los fabricantes extranjeros y sus coempresas, crecieron un 14% el pasado año, a 21.98 millones de vehículos.
Para Volkswagen, se trata del mercado «más importante». Su marca Audi registra unos resultados espectaculares, como lo demuestra que las ventas crecieron el pasado año un 21 por ciento.