México, 22 de junio 2017 (NOTIGODÍNEZ).- El perredista Silvano Aureoles Conejo, «gobernador» del violento estado de Michoacán, parece decidido a seguir los pasos de su jefe asesino de Atenco y actual usurpador, Enrique Peña Nieto, en materia de represión y matanza de estudiantes.
Ayer miércoles por la tarde, elementos policiacos irrumpieron en la Escuela Normal Rural «Vasco de Quiroga», ubicada en el municipio de Tiripetío, baleando a varios normalistas y golpeando a otros tantos.
Según testigos presenciales, los uniformados pertencientes al Grupo de Operaciones Especiales (GOES) de la Policía Michoacán, llegaron a la escuela a bordo de varias camionetas para detener a los normalistas que brigadeaban a las afueras del plantel.
Los elementos ingresaron a las instalaciones escolares desatando la ira de los estudiantes, quienes lanzaron todo tipo de objetos contra los uniformados. Éstos, en respuesta, accionaron sus armas de fuego lesionando a cuatro normalistas.
De acuerdo con la agencia Proceso, los normalistas heridos fueron identificados como Gael Solorio Cruz, de 16 años, con un balazo en el pecho; Reynaldo N., de 25, con un impacto de bala en la cabeza; Ramón Álvarez López, atropellado, y René Rebollar, con un golpe en la pierna.
Un video que se viralizó ayer en las redes sociales, muestra al normalista Gael Solorio tendido en el suelo con un impacto de bala en plena cara. Sus compañeros alarmados intentan ayudarlo.
Según la Secretaría de Seguridad Pública (SSP), tres de los seis agentes del Grupo de Operaciones Especiales que resultaron lesionados fueron internados en un hospital, mientras que los otros fueron atendidos por paramédicos. La identidad de los uniformados aún se desconoce.
La corporación ofreció a los medios una versión muy distinta de los hechos, acusando a los normalistas de bloquear las vías del tren que atraviesan Tiripetío como «medida de presión para obtener beneficios económicos». Señaló a los jóvenes de haber quemado una unidad de transporte sobre las vías, impidiendo el paso de un convoy que trasladaba material peligroso.
Sin embargo, la dependencia del «gobierno» de Aureoles sí confirmó la sanción a un mando menor responsable del violento operativo. Se trata del subdirector de la Policía Territorial, José Antonio Paniagua Arce, quien fue cesado del cargo, mientras que el director de la Secretaría de Seguridad Pública, Fidel Ortiz Barragán, está siendo investigado por el departamento de Asuntos Internos, de acuerdo con informes de medios locales.
Días antes de esta brutal represión, Aureoles amenazó a los normalistas michoacanos poniendo como ejemplo la «garrotiza» -su palabra textual- que policías estatales propinaron a estudiantes rurales de Aguascalientes.
Apenas en abril pasado, policías estatales y municipales irrumpieron en el poblado de Arantepacua, perteneciente al municipio de Nahuatzen, para reprimir a comuneros que mantienen un conflicto agrario con las «autoridades» locales. El saldo del operativo fue de cuatro personas muertas -tres comuneros y un habitante-, decenas de heridos y 38 detenidos.
Según denuncias de los habitantes, la policía ingresó al poblado de manera violenta y se abrió paso con un vehículo blindado denominado «el rinoceronte«. Además utilizaron todo tipo de armas de fuego durante el «operativo».
En septiembre del año pasado, estudiantes de la Escuela Normal Indígena de Michoacán (ENIM) fueron reprimidos a la altura de la Cañada de los Once Pueblos. Los afectados denuciaron que al menos 49 normalistas habían sido detenidos y muchos de ellos golpeados brutalmente por elementos antimotines.
Con información de Proceso