Redacción / Sinembargo
Ciudad de México, 2 de noviembre (SinEmbargo).– La violencia en México sigue acaparando la atención del mundo. La prensa internacional, tanto de Europa como de Estados Unidos, ha dado un fuerte seguimiento al caso de los tres ciudadanos estadounidenses asesinados en Matamoros, Tamaulipas. Los medios expresan su asombro e indignación por el hecho que -como en el caso de Iguala, Guerrero- haya fuerzas policiales involucradas en la desaparición de los jóvenes.
La violencia del narco ha alcanzado a muchos extranjeros latinoamericanos, pero los muertos europeos y estadounidenses son sin duda los más mediáticos. Casi 700 ciudadanos de EU fueron asesinados en México entre 2002 y 2012.
El diario inglés The Guardian titula: “México indaga si la policía está detrás de los tres estadounidenses secuestrados”. Los cadáveres en descomposición de los tres hermanos de 21, 22 y 26 años, fueron encontrados en Tamaulipas junto con el de una mexicana, cuyo caso apenas hace eco la prensa.
Al igual que en el caso de las españolas asaltadas y agredidas en Acapulco (en el que el gobierno español presionó a Peña Nieto para que resolviera el asunto), la embajada estadounidense exige medidas contundentes: ”Hemos estado en contacto con las autoridades mexicanas, tanto en Washington como en México para conocer más detalles sobre el caso y tomará las medidas apropiadas una vez que se sepa más de las circunstancias.”
La embajada de Estados Unidos en la Ciudad de México afirmó que existen indicios de que los miembros del Grupo Táctico Operativos-Hércules Matamoros (GTOHM), están implicados en el asesinato. Hay que recordar que el pasado 7 de septiembre la Alcaldesa de Matamoros, Norma Leticia Salazar, presentó oficialmente al cuerpo de élite y lo hizo vestida de militar y al grito de: “Todos somos Hércules”.
Hasta ahora nueve elementos de un grupo armado se encuentran bajo investigación. Los integrantes de los Hercules se distinguen por sus uniformes de camuflaje, chalecos antibalas con el nombre del grupo y la portación de armas largas. ”Podemos confirmar que Estados Unidos no ha entrenado a Grupo Hércules”, añadió el comunicado de Estados Unidos reproducido en el diario de Londres.
The New York Times también hace referencia al asesinato de los estadounidenses en una breve nota del 30 de octubre en la que se afirma que todo indica que los cuerpos son los de los hermanos desaparecidos. Asimismo el diario norteamericano menciona que existen testigos de que fueron capturados por hombres vestidos de policías.
El periódico neoyorquino, no obstante, da prioridad a otras noticias como a la liberación de Andrew Tahmooressi, un veterano de la marina de Estados unidos que fue encarcelado siete meses por cargos de armas de fuego.
Wall Street Journal también hace eco del caso, y señala que las pruebas de ADN confirman que los cuerpos son los de los tres estadounidenses. Asimismo destaca que el informe de las autoridades de Tamaulipas no menciona el cadáver mexicano: “El comunicado emitido la noche del viernes por la oficina del fiscal del estado de Tamaulipas no mencionó el cuarto cuerpo, el cual podría ser la pareja mexicana de uno de los estadounidenses desaparecidos”.
Otros medios como el de habla hispana en EU, Univisión y El Comercio de Perú recopilan la información sin aportar nuevos datos.
LOS HECHOS
De acuerdo con la familia Alvarado Rivera, las camionetas en las que los hermanos viajaban antes de ser secuestrados fueron encontradas en un negocio propiedad de Alfredo Biasi. Sin embargo, esto no ha sido confirmado por las autoridades.
La Alcaldesa de Matamoros fue ligada desde un principio a la desaparición de los tres estadounidenses. La madre de las víctimas aseguró que testigos del “levantón” mencionaron haber visto “camionetas de promoción” de la funcionaria.
El Procurador de Tamaulipas, Ismael Quintanilla, dijo el jueves pasado que “si es necesario citar a declarar a la Presidenta Municipal Leticia Salazar, ya que el grupo Hércules está bajo su responsabilidad, será llamada en los términos que marca la ley”.
Los jóvenes asesinados son residentes de Progreso, Texas, y fueron reportados como desaparecidos desde el pasado 13 de octubre, cuando su familia indicó que las hoy víctimas viajaron al poblado de El Control, en el municipio de Matamoros, para visitar a su padre.
Los tres fueron encontrados el pasado miércoles 29 junto con otra víctima más, identificada como José Guadalupe Castañeda Benítez, de 32, al parecer novio de Erica. Los restos estaban en una brecha conocida como ‘‘Los Cuervos’’, en avanzado estado de descomposición, atados de pies y manos y con un impacto de bala en la cabeza cada uno. Su muerte se habría producido el mismo día que los secuestraron, según informó el procurador Quintanilla.
El padre de las víctimas, Alvarado contó a la prensa que su hija Erica llamó a sus dos hermanos la tarde del lunes 13 para que la ayudaran a trasladar una camioneta con muebles a un puesto de comida. Según su testimonio, cuando los hermanos llegaron al lugar, un puesto de carne asada, vieron como integrantes del grupo “Hércules” golpeaban a Erica y trataron de defenderla. Los agentes armados se llevaron a los cuatro.
El estado fronterizo de Tamaulipas (al noreste mexicano) es una de las principales puertas comerciales entre México y Estados Unidos y es uno de los escenarios más afectados por la violencia del narcotráfico, atribuida al enfrentamiento entre el cartel del Golfo y los Zetas. En 2010 el estado sufrió uno de los crímenes más impactantes de los últimos años: la masacre de los 72 inmigrantes centro y sudamericanos en el rancho de San Fernando.
En México la violencia relacionada con el narcotráfico se ha cobrado la vida de unas 100 mil personas desde el año 2007. Las recientes vinculaciones de políticos y cuerpos policiales están desatando la indignación a lo largo y ancho del país.