Francisco Torres
La Jornada
Vecinos de la colonia Tres Puentes de Morelia se manifestaron ayer sobre la avenida Madero Poniente en contra de la operación de una gasolinera que se construye en el cruce de esta vialidad y el río Grande. A pesar del caos vehicular y de los señalamientos de que se están pisoteando leyes y reglamentos, ninguna autoridad hizo acto de presencia en el sitio, por lo que la construcción continuó a pesar de la protesta.
Los manifestantes señalaron que la construcción de la gasolinera es una burla a la ciudadanía por parte del presidente municipal Wilfrido Lázaro Medina, quien “favorece a intereses particulares”. Aseguran que en la autorización de la construcción es evidente que las autoridades del Ayuntamiento “actúan con autoritarismo” y bajo el cobijo de la impunidad, por lo que los ciudadanos ya promovieron un amparo ante un tribunal federal en contra de las determinaciones del gobierno capitalino.
Los afectados aducen que se eliminó toda alternativa segura para el cruce de los peatones porque con la nueva infraestructura, que está casi terminada, desaparecieron las banquetas; además, señalan que están por derribar tres árboles de una calle aledaña para beneficiar el flujo vehicular.
Araceli Ramírez, encargada del orden de la colonia Tres Puentes, que junto con un grupo de vecinos protagonizaron esta protesta al cerrar parcialmente la avenida Madero Poniente, justo frente a dicha estación de servicio, señaló que ya interpusieron un amparo ante un magistrado federal, esperando les otorgue la razón puesto que señalan una serie de inconsistencias legales.
Añadió que esta obra aumenta “la inestabilidad que tienen algunas viviendas” en esta colonia y otras aledañas, porque justo a un lado de la gasolinera atraviesa una falla geológica que se extiende por varios kilómetros y que cada año se hace más grande.
“Y no sólo es eso: la estación de servicio se construyó sobre un predio pantanoso que se inunda en temporadas de lluvias, y nuestro temor es que los depósitos de gasolina y los residuos que surjan de aquí van a generar líquidos lixiviados que dañen el manto acuífero de donde se extrae agua para nuestras casas”, señaló la encargada del orden.
Fueron más de 500 vecinos que de manera alternada estuvieron participando en el cierre de la calle, acción que, dijeron, repetirán día a día hasta que la autoridad municipal se conduzca dentro del marco legal y cancele esta obra.
Apenas la semana pasada, un tribunal federal ordenó clausurar la construcción de otra gasolinera en avenida Universidad, obra a la que también se oponían los vecinos que residen en el fraccionamiento Real Universidad. Entre los argumentos del juez destaca que el Ayuntamiento no obtuvo de manera legítima la anuencia vecinal para autorizar su edificación.
