VIDEO: Testigos y evidencias desmienten al «Virrey» Castillo; federales ejecutaron a civiles desarmados en Apatzingán

Benito Jiménez
Reforma

Apatzingán, México (08 enero 2015).- Autoridades dicen que no hay indicios de que policías ejecutaran a civiles desarmados en Apatzingán, pero testigos aseguran que los agresores sólo llevaban palos y piedras.

‘No vi que los civiles dispararan a policías’

Habitantes de este Municipio aseguraron que los civiles abatidos por federales la mañana del martes en esta ciudad no tenían armas.

Tres habitantes de Apatzingán indicaron, en entrevistas por separado, que fueron testigos de un «crimen a sangre fría», a unos metros de sus domicilios.

«Los civiles corrieron para todos lados, (…) vi que traían palos en las manos y que hasta los aventaron para correr, no vi que dispararan a los policías», aseguró un vecino de la Avenida Constitución de 1814, donde ocurrieron los hechos.

«Les vamos a partir la madre, hijos de su puta madre, a todos», gritó un federal, según escuchó el lugareño.

Los hechos, coinciden los habitantes de Apatzingán, ocurrieron entre 7:40 y 8:00 del martes sobre la Avenida Constitución de 1814.

«Primero vi pasar a unas grúas (particulares) que llevaban camionetas nuevecitas al corralón que está más adelante (de donde ocurrieron los hechos), habían pasado militares y federales, luego pasaron unas camionetas con hombres en las bateas, esto más o menos a las 7:40 de la mañana, me estaba terminando de bañar porque siempre salgo a trabajar a las ocho de la mañana», dijo el entrevistado.

El hombre fue claro en decir que los civiles iban desarmados.

«Si los veo armados no me asomo, se escucharon disparos y ellos empiezan a correr para todos lados, los que no pudieron escapar son las personas muertas que aparecen a un costado de tres camionetas», aseveró el testigo.

«Las mujeres chillaban de súplica, que no tiraran».

«En las camionetas los jóvenes y mujeres traían palos y azadones, si acaso uno tenía un garrote, pero no vi armas y no vi que se enfrentaran», expuso otro testigo, comerciante de la zona.

Los civiles rompieron, en su fuga, los vidrios de las oficinas del PAN y se brincaron hacia distintos domicilios en la calle Francisco Villa.

«Una camioneta quedó a media calle encendida de que mejor prefirieron huir a pie, dejando los palos en la calle, todos los palos que traían los de las camionetas particulares, era un reguero de palos que recogieron los policías», indicó una vecina.

Los testimonios coinciden en que las personas que fueron ejecutadas trataron de protegerse abajo de los vehículos o entre ellos mismos.

«Suplicaron a gritos que no dispararan, y los federales no encontraron ninguna arma en los automóviles, ellos gritaron que estaban desarmados, pero les dieron a corta distancia, a sangre fría», narró la señora que vive en la zona.

Alegan legítima defensa de oficiales

Investigaciones federales sobre los sucesos de la mañana del martes en Apatzingán descartan que se hubiera registrado una ejecución por parte de elementos de la Policía Federal contra civiles desarmados, como señalan testigos.

Fuentes federales dijeron que civiles armados dispararon por la espalda a los uniformados mientras estos resguardaban un convoy de camionetas aseguradas durante la madrugada en un operativo en el Ayuntamiento de esa ciudad.

Explicaron que los agentes repelieron la agresión en legítima defensa y que se dio un enfrentamiento con un saldo de ocho civiles muertos y tres heridos.

Dijeron que las pruebas de radizonato de sodio dieron positivo en el caso de las ocho personas muertas; es decir, que todas ellas dispararon un arma.

Afirmaron que en el lugar fueron decomisadas cuatro armas: una escopeta, dos fusiles, un G-3 y un R-15 y otra no especificada.

Explicaron que otras armas disparadas por los civiles fueron recogidas por otras personas en una camioneta roja.

Tras el enfrentamiento no hubo policías heridos ni fallecidos, pero las patrullas fueron impactadas con balas.

Tampoco hubo personas detenidas.

En la balacera participaron alrededor de 15 policías federales quienes, según las fuentes, siguieron el protocolo establecido para estos casos.

Ayer, 62 elementos de la policía federal y tres mandos de la corporación rindieron declaración sobre los sucesos ante el Ministerio Público federal.

En conferencia de prensa en Morelia, el Comisionado federal para la Seguridad de Michoacán, Alfredo Castillo, mostró un video en el que se observa a decenas de hombres que se trasladan en camionetas.

Estos llegan a la intersección entre las calles Constitución de 1814 y Luis Moya, en el centro de Apatzingán y se dirigen corriendo a dos patrullas de la PF que resguardaban un convoy de más de 20 vehículos oficiales.

En un momento hay un disparo y los civiles corren a resguardarse. No se observa un intercambio de disparos.

Castillo señaló que, de acuerdo con las primeras diligencias y pruebas periciales, no hubo arrastre de cuerpos ni disparos a menos de un metro de distancia.

«No existe ningún disparo que pudiera haber sido menor a un metro. Esto, es una prueba que se hace para ver que no existe una ejecución», expresó.

De acuerdo con Castillo y con las fuentes federales consultadas, existe la posibilidad de que los civiles fallecidos hubieran muerto en un fuego cruzado, víctimas de las balas de sus propios compañeros, pero que esta posibilidad aún está bajo investigación.


http://www.youtube.com/watch?v=M74DXrd2DVU

Denuncian detenciones arbitrarias

«Tírense todos al suelo porque va a ver balazos», gritó un policía federal poco después de las dos de la madrugada del martes, en pleno zócalo de esta ciudad.

Comerciantes ambulantes remataban juguetes para el Día de Reyes.

Los federales comenzaron a rodear la plaza para evitar la fuga de manifestantes que mantenían un plantón afuera del Ayuntamiento.

«No dejaban entrar desde el 24 de diciembre a los trabajadores de la Presidencia Municipal y se proclamaron como los defensores de los ciudadanos para bajar las tarifas de luz, pero son ex templarios, son ahora Viagras bajo el escudo de autodefensas», se quejó una comerciante de los integrantes del plantón.

A metros de esa concentración de manifestantes, que estaba rodeada de federales, se encontraban José Matías, de 62 años de edad, y su hijo Rodolfo, de 21 años, ambos con diabetes e hipertensión.

Acababan de atender los últimos de asada en la taquería «La última cena».

Mientras don José acompañó a su esposa y su otra hija a comprar una Barbie a la nieta, Rodolfo se metió a la camioneta para descansar.

A las 2:30, Rodolfo escuchó detonaciones, algunas que parecían de granada.

«Mi hermano recordó que retumbó feo, como explosiones de granada y muchos balazos, se salió de la camioneta para buscar a mis padres y lo que se encontró fue a mi papá encañonado por un federal en el pecho, no supo que hacer y se lanzó a protegerlo, pero le costó ser detenido», narró Juan José, luego de una charla con su hermano, quien está preso en un penal en Morelia.

Entre el barullo de los balazos, los gritos y la corretiza, padre e hijo fueron subidos a un vehículo federal acusados de portación de armas de fuego y agresión a las fuerzas del orden.

«Mi papá aun llevaba su delantal lleno de salsa y la grasa de los tacos», se indignó Juan José Matías, de 26 años, y quien desespera por la situación jurídica de sus familiares.

Rogelio Álvarez Díaz Barriga, de 42 años, acabó de cenar a la una de la mañana en la taquería «El Infierno».

Su costumbre era descansar en su taxi del sitio Eco, con el número 49. Esto, para esperar a su pareja, la mesera Luz María.

Pero Rogelio se desesperó y fue a dar una vuelta.

«Se me hace que se va a ir de borrachote, pensé», dijo la mesera.

«Pero después ya nunca supe de él hasta la seis de la mañana que su celular ya no sonó», lamentó la trabajadora de la taquería.

Rogelio había ido a pasear en las jugueterías. Ahí se encontró a René, también taxista de la unidad 29 del mismo sitio.

Pasearon para comprar un juguete cuando se vieron rodeados entre el tumulto de gente que quería escapar de los federales. La foto de Rogelio apareció en un diario local como parte de los 44 detenidos por los federales y llevados Morelia.

«Si alguien debe pagar por algo, que la pague, pero no se vale que se lleven a inocentes en su afán de ser eficaces», dijo Luz María en entrevista.

Fuente

NOTIGODÍNEZ EN REDES SOCIALES

¿Gustas apoyarnos? La mejor manera de hacerlo es leyendo, comentando, reflexionando y pasando la voz sobre nuestros contenidos, así como incluyéndonos en tus favoritos. ¡Gracias!

¿Qué opinas?

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *